La sociedad actual está cada vez más concienciada con el cambio climático, lo cual va de la mano con un gran cambio cultural para tener resultados efectivos y concretos. Casos como el éxito de las iniciativas de vehículos de sharing son el claro ejemplo, sin embargo, en la logística no sólo se requieren impulsores, sino que también se necesita a las instituciones locales, cargadores e incluso competencia, para poder llevar a cabo objetivos a corto y medio plazo.
La peatonalización de calles de los cascos urbanos, la reducción de velocidad en las vía pacificadas o las restricciones de horarios han sido cambios que aunque inicialmente han podido provocar ciertas críticas, al cabo de un tiempo son medidas que la opinión pública, termina valorando positivamente.
Alberto Blanco, director de proyectos Loalco Green, en webinar «Descarbonización en transporte de última milla», organizado por Logística Profesional, comentó sobre el efecto que puede tener en el sector la ejecución de nuevas estrategias para ser eficientes, competitivos y amigables con el medioambiente.
¿Cuáles son las decisiones inmediatas que se deberían adoptar?
Este es claramente el momento de aplicar nuevas normas en cuanto a descarbonización y ruido, así como favorecer operaciones logísticas nocturnas o el impulso de hubs y microhubs, con el fin de que estas actividades no interfieran en el movimiento cotidiano del día a día de la ciudad.
Sin embargo, esto requiere de inversiones importantes…
Efectivamente. Además, todos sabemos que un transporte urgente es más caro que un transporte normal pero, realmente estamos dispuestos a pagar más por recibir pedidos con un menor impacto en la huella de carbono. He ahí una pregunta clave.
Toda iniciativa en la mejora de la descarbonización, requiere de una inversión importante en infraestructura, que a medio plazo se irá normalizando e incluso bajando, pero hasta que no se promuevan medidas en las ciudades con el fin de aumentar la logística con bajas emisiones, no se llegará a los objetivos de economía de escala donde esta logística no sólo será más sostenible, sino podrá llegar a equipararse en costes a la logística convencional que se hace con vehículos de combustión.
¿De qué forma se alcanza una estrategia sostenible?
Lo ejemplifico de la siguiente manera. En diciembre de 2021, tras un año y medio de proyección y ejecución, Loalco inauguró su primer hub urbano, situado en uno de los barrios céntricos de Zaragoza, con la característica diferencial de ser un hub 100% sostenible. Esto se ha podido materializar al ser una reforma con materiales reciclados y sostenibles y como guinda en la operativa de este centro sólo se opera con vehículos 100% eléctricos.
Este proyecto nació principalmente apostando por una movilidad sostenible en la ciudad de Zaragoza, y queriendo ser precursores de un cambio en la logística urbana, muy necesaria a nivel sociedad y más en una ciudad que ha visto en los últimos años actividades como el E-Commerce y otros servicios de gran capilaridad, están aumentando niveles de saturación de tráfico, contaminación y ruido.
¿Cómo manejaron la relación coste-resultado?
Lo que a primera vista puede convertirse en un mayor coste, debido a que existe una manipulación de cross docking, en la mayoría de los casos se ha convertido en una mejora en el servicio al cliente, siendo más rápidos al poder reaccionar desde un punto más cercano al punto de entrega final y tendiendo un valor añadido que es la entrega con una menor huella de carbono.
Este dato se facilita tanto al cargador como al cliente final, una hora antes de ser entregado su pedido y además se le indica la ventana horaria de 15 minutos, en la que el repartidor estará en el punto de entrega. Hay que tener en cuenta que la descarbonización de la logística de última milla ya es una realidad, pero depende de todos.
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