Mientras los productores de gas natural licuado (GNL) intentan aprovechar la reorganización del comercio energético mundial que está provocando el intento de Europa de independizarse del gas ruso, los únicos dos exportadores de este combustible en América Latina se están moviendo en direcciones opuestas.
Según publica Reuters, en Perú, los envíos de GNL están aumentando rápidamente con énfasis en Europa, donde una combinación de demanda firme y precios altos ha atraído a los exportadores este año. Esto a pesar de la agitación política y las amenazas de nacionalizar su industria del gas el año pasado.
Pero Trinidad y Tobago, el mayor productor de GNL de América Latina con suficientes reservas y capacidad para satisfacer una parte de la creciente demanda, no ha podido revertir una caída de las exportaciones que se espera continúe en 2022 por tercer año consecutivo, mientras enfrenta dificultades para asegurar mayor disponibilidad de gas.
«Europa se convirtió en un mercado intenso en marzo y abril, porque estaba consumiendo todos los combustibles que podía conseguir a raíz del corte casi inmediato de Rusia«, dijo Rafael Zoeger, expresidente de Perupetro, la empresa estatal peruana y regulador encargado de firmar los contratos del sector. «Ahora todo esto se está reacomodando a raíz de la guerra», agregó.
Desde América, los envíos de GNL están dominados por Estados Unidos, que el año pasado exportó un récord de 9.700 millones de pies cúbicos por día ante una demanda en auge y una creciente capacidad de licuefacción. Se espera que Estados Unidos se convierta en el mayor exportador de GNL del mundo este año.
La invasión rusa a Ucrania y el consiguiente rechazo de su combustible en Europa han cambiado los mercados preferidos para colocar cargamentos de GNL, motivando a productores a firmar contratos de suministro a medio y largo plazo con clientes en Europa.
Perú le está ganando a sus vecinos en esa carrera. Perupetro informó que un total de 37 cargamentos de GNL fueron enviados desde el puerto de Pisco entre noviembre y mayo, y casi la mitad de ellos se entregaron en Europa. Peru LNG, un consorcio integrado por Shell, la estadounidense Hunt Oil Corp, la japonesa Marubeni Corp y la surcoreana SK Group, está a cargo de las exportaciones de GNL del país andino.
En lo que va del año, Perú ha enviado 26 cargamentos con un total de 1,8 millones de toneladas de GNL (4,09 millones de metros cúbicos), un aumento del 74% frente al mismo período de 2021, según datos de Refinitiv Eikon. Quince cargamentos se dirigieron a España y el Reino Unido. Los restantes a Asia, que el año pasado fue el mercado preferido para el GNL peruano, según mostraron los datos de Eikon.
Con todo, el panorama no es tan brillante para Trinidad y Tobago, el país con la cuarta reserva de gas natural más grande de América Latina. Venezuela, Argentina y Brasil, que tienen los mayores yacimientos de gas en la región, no han construido infraestructura para exportar GNL o no están produciendo lo suficiente.
La producción de Trinidad y Tobago ha mermado en la última década, según la Revisión Estadística de Energía en el Mundo de BP, en medio de obstáculos para desarrollar sus costosas reservas costa afuera. El proyecto insignia del país, Atlantic LNG, no ha podido operar completamente sus cuatro trenes de licuefacción.
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