Ante la emergencia sanitaria del COVID-19, el expresidente de Ecuador, Lenin Moreno, anunció el cierre de ocho empresas públicas. Una de ellas Correos del Ecuador-Empresa Pública.
La ordenanza se ejecutó debido a que la compañía llevaba una mala administración y generaba pocos ingresos, $121,000 dólares frente a los millones de dólares del Estado para su funcionamiento.
Por otro lado, la Unión Postal Universal, un organismo de la ONU que reúne a más de 180 países, obliga tener un operador nacional de servicio postal gratuito, es decir, la empresa Correos de Ecuador no podía ser eliminada de la región.
Además, esta medida perjudicó a cientos de jóvenes ecuatorianos que trabajan y estudian en el extranjero y, a los los migrantes que tuvieron que recurrir a servicios privados para movilizar sus remesas.
Muchos optaron por la opción de la privatización porque, «Ecuador estaría perdiendo una de sus empresas más rentables y con el mejor futuro«. Luego del cierre, el Gobierno se vio obligado a buscar una empresa representante, que cumpla las mismas funciones. Llegó Servicios Postales del Ecuador, una nueva empresa mueve más de 270 millones de dólares en el país.
En febrero del 2021, se firmó un decreto para la creación. A inicios del año, la nueva empresa empieza operar y emprender una lenta tarea, de ordenar y entregar más de un millón de paquetes y cartas, que su antecesora no despachaba desde el 2017.
La nueva representante promete ofrecer precios bajos al mercado por ser una empresa pública. Se espera que para este año, se muevan al menos un millón de dólares de los más de 276 millones que movió al mercado de servicio postal en Ecuador en el 2021.