La economía de Guatemala medida por el producto interno bruto (PIB) real, tendrá una tasa de crecimiento del 4%, lo que representa una desaceleración respecto al 8% del 2021, cuando fue históricamente alto, luego de haber experimentado una caída de -1.8% en el 2020 debido a la pandemia, según el informe de evaluación de la política monetaria, cambiara y crediticia anual, que conocieron anoche los integrantes de la Junta Monetaria (JM) en sesión ordinaria.
Según especifica Prensa Libre, la economía creció 4.3% en el primer semestre del 2022, como resultado del consumo privado y de la formación bruta de capital fijo (inversión), mayores volúmenes de exportaciones, y por el lado de actividades económicas (en el primer semestre) de los 17 sectores sólo minas y canteras tuvo un crecimiento negativo.
En el segundo semestre del año, el dinamismo productivo se mantuvo, explicado por el desempeño de los principales indicadores, como el Índice Mensual de la Actividad Económica (Imae), el crédito bancario al sector privado, el ingreso de divisas por remesas familiares y el aumento del comercio exterior (exportaciones e importaciones).
El crecimiento alcanzado este año (4%), también se explica por la mejora del consumo privado y el aumento de la inversión, si se considera que la economía habría generado Q568 mil 578.8 millones (PIB real) y Q733 mil 844.8 millones (PIB nominal) en este ejercicio, que hace un 4% de crecimiento del real y 10.3% de nominal.
En todo caso, la producción nacional creció arriba de su potencial que es de 3.5%, y si la economía se llegara a desacelerarse en 2023, de igual manera se quedaría en ese 3.5%, afirmó el presidente de la banca central, Álvaro González Ricci.
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