Chile posee una de las reservas de litio más grandes del mundo, que día a día se convierte en algo más fundamental para la transición mundial a la electromovilidad. El litio sirve para hacer baterías. Esas baterías se necesitan para teléfonos móviles, placas solares y vehículos eléctricos.
Tal como publica Bio Bio, en ese claro contexto la empresa de autos Tesla, propiedad del magnate Elon Musk, anunció que instalará una planta en México, país por el que optó precisamente por el elemento químico. Pero eso no es todo: el multimillonario también tiene sus ojos puestos en las reservas que se podrían extraer de Chile para la fabricación de baterías.
Además, de acuerdo con el medio local La Tercera, ejecutivos de Tesla ya sostuvieron audiencias con el Gobierno a través de la Cancillería, Corfo y el Ministerio de Minería, a quienes plantearon lo anterior. En la cita con Corfo, por ejemplo, indicaron su interés por conocer cómo opera Albemarle en Chile, ya que no descartarían una colaboración mutua con esa minera.
Sólo en Latinoamérica se extrajo un tercio del litio mundial
Para muchos, y con justa razón, el litio es considerado el nuevo “oro blanco” debido a su papel clave en las baterías de los vehículos eléctricos. Es más, sólo en el último tiempo, su precio se multiplicó por cinco. América Latina produjo alrededor de un tercio del litio mundial. Es esta una nueva bonanza para la región, los expertos dicen que no, necesariamente.
Según una publicación de Milenio, el denominado “triángulo del litio”, donde se encuentran la mayoría de los recursos de América Latina, ofrece lecciones reveladoras. De las tres naciones que lo comprenden, Chile y Argentina están muy avanzados en su explotación, mientras Bolivia tiene dificultades para arrancar en este proceso.
“Argentina definitivamente se destaca por encima de sus pares para atraer grandes inversiones en la extracción de litio”, dice Emily Hersh, directora ejecutiva de Luna Lithium en Nevada. La ejecutiva agrega que “Argentina ha tenido varias inversiones por un monto cercano a los 1,000 millones de dólares, esto en los últimos ocho a doce meses”.
El litio es difícil de explotar. Altamente reactivo, no se extrae en estado puro. Es complejo y costoso extraerlo. “Una nueva mina suele tardar entre seis y ocho años para ponerse en marcha”, dice PJ Juvekar, jefe de investigación de materiales de Citi. Además, Chile disfrutó de un régimen estable y es, por mucho, el mayor productor de litio de América Latina.
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