El último informe sobre perspectivas del comercio mundial elaborado por la Organización Mundial del Comercio avanza que las presiones inflacionistas deberían disminuir este año y permitir que los ingresos reales vuelvan a aumentar.
La institución estima que esta tendencia se dejaría notar en particular en las economías avanzadas, de tal modo que dará un impulso al consumo de productos manufacturados, ya que se observa claramente la recuperación de la demanda de productos comerciables en 2024, con unos índices de nuevos pedidos de exportación que apuntan a una mejora de las condiciones para el comercio a comienzos de año. Así pues, la entidad ve signos claros de avance hacia la recuperación del comercio mundial gracias a la resiliencia de las cadenas de suministro y al sólido marco multilateral de comercio, aunque también llama la atención sobre los riesgos que suponen factores diversos como los conflictos geopolíticos y la fragmentación del comercio.
Por lo que respecta a la crisis del mar Rojo, la OMC estima que la repercusión económica de las perturbaciones del Canal de Suez derivadas del conflicto en Oriente Medio ha sido hasta ahora relativamente limitada.
Concretamente, algunos sectores como los productos de la industria del automóvil, los abonos y el comercio minorista, se han visto afectados por las demoras y el incremento de los fletes.
De igual modo, el informe indica que las tensiones geopolíticas han afectado marginalmente al comercio, pero sin desencadenar una tendencia sostenida hacia la desglobalización, pese a que ciertos indicadores señalan que podrían estar surgiendo indicios de fragmentación en el comercio global de servicios.