La Organización Marítima Internacional impulsó una nueva estrategia para incorporar un objetivo de cero emisiones netas para todos los buques en 2050. Sin embargo, teniendo en cuenta que la vida útil de un buque construido hoy es de entre 20 y 30 años, es vital empezar a pensar ya en cómo alcanzar estos objetivos.
Así lo ven desde The Switch, empresa con sede en Helsinki especializada en electrónica para el sector marítimo, que sugiere que los corredores de transporte marítimo ecológico serían una forma de avanzar hacia los objetivos de la OMI. La idea es que al impulsar el transporte marítimo de cero emisiones en rutas específicas con mucho tráfico, los armadores y propietarios de carga se animen a elegir soluciones ecológicas y, al mismo tiempo, se desincentive a los que sigan contaminando.
Estas rutas marítimas sostenibles no sólo beneficiarán al transporte marítimo de contenedores a gran escala, sino también a los buques ‘feeder’ o a los que transportan productos químicos o GLP desde los grandes centros de distribución a puertos más pequeños. Esto contribuiría a reducir a cero las emisiones del transporte marítimo mundial y regional, y allanaría el camino hacia un futuro más sostenible.
Alternativas
En este contexto, McKinsey ha colaborado con el ‘Mærsk Mc-Kinney Møller Center for Zero Carbon Shipping‘ para ayudar a las partes interesadas a evaluar la viabilidad de los proyectos de corredores verdes.
En concreto, se estudian tres alternativas diferentes: nodos portuarios o hubs que permitan el repostaje de cero emisiones en rutas de ida y vuelta, corredores entre dos puertos con suministro de combustible de cero emisiones en ambos extremos, y redes entre tres o más puertos que permitan el suministro de combustible con cero emisiones.
Los puertos, en este sentido, tendrán que decidir si apuestan por una sola fuente de energía o por todas las soluciones conocidas: hidrógeno, amoníaco, biogás y otras. En un futuro inmediato, el sector deberá buscar soluciones para un sólo puerto, porque las soluciones de extremo a extremo y en red requieren que los distintos gobiernos, puertos y operadores se pongan de acuerdo sobre el corredor y sobre qué tipo de combustible utilizarán.
«A largo plazo, los principales puertos del mundo tienen que ponerse de acuerdo sobre los objetivos. Si un buque necesita amoníaco verde para poder funcionar con cero emisiones, debe estar disponible en los puertos», explican en The Switch.
Los buques que se encarguen hoy deben estar listos para los corredores verdes, pero, ¿cómo construir buques que estén listos antes de que lo estén los puertos? Como mínimo, deben estar preparados para el cambio. The Switch trabaja continuamente con armadores, diseñadores de buques e integradores de sistemas para encontrar soluciones que puedan utilizarse tanto ahora como en el futuro.