El mercado del transporte marítimo de contenedores alcanzó un punto de inflexión en julio, con las tarifas de los contratos a largo plazo en las principales rutas aumentando justo cuando las tarifas a corto plazo comienzan a suavizarse.
En concreto, el Xeneta Global XSI, que engloba todos los contratos a largo plazo en el mercado, ha crecido un 2,5% en julio hasta los 151,5 puntos. En particular, el subíndice para las exportaciones desde Extremo Oriente, aumentó un 12,6% en julio, hasta los 178,8 puntos, coincidiendo con un momento en que las tarifas a corto plazo de las principales rutas desde Extremo Oriente a EEUU y Europa empezaron a reducirse tras las enormes subidas de los últimos meses.
Por contra, las tasas a largo plazo se mantuvieron moderadas en mayo y junio a pesar de los aumentos masivos en el mercado. Por ejemplo, mientras las tarifas a corto plazo entre Extremo Oriente y la costa oeste de EEUU aumentaron más de un 140% entre el 30 de abril y el 1 de julio, el mercado a largo plazo creció un 20%. Sin embargo, las tarifas ‘spot’ hacia la costa oeste han caído un 12% desde el 1 de julio, justo cuando el mercado a largo plazo da señales de vida.
El aumento de las tarifas a largo plazo y la disminución de las tarifas a corto plazo supone que el diferencial entre ambos mercados se está reduciendo, lo que conlleva un delicado equilibrio de cara a las negociaciones de contratos a largo plazo a finales de este año.
La gran pregunta que se hacen desde Xeneta es hasta dónde subirán los fletes a largo plazo antes de que la caída del mercado ‘spot’ frene su crecimiento. Los cargadores confían en que el mercado ‘spot’ vuelva a caer con fuerza, mientras que las navieras harán todo lo posible por mantener altos los fletes durante el mayor tiempo posible.
La situación de los mercados a corto y largo plazo en el momento en que comiencen las negociaciones será crucial para determinar si son los cargadores o las navieras los que tienen la sartén por el mango. Unas semanas atrás, cuando el mercado ‘spot’ estaba subiendo, las navieras se sentían confiadas respecto a las negociaciones de contratos a largo plazo, pero el sentimiento del mercado puede cambiar muy rápidamente.
Los cargadores, por su parte, deben ser cautelosamente optimistas porque, de momento, parece que hay más margen para que bajen los fletes a corto plazo que para que suban los fletes a largo plazo. Las cadenas de suministro siguen sometidas a presión porque todavía hay desvíos en el Mar Rojo, lo que significa que la mayoría de los portacontenedores siguen navegando alrededor del Cabo de Buena Esperanza.
También existe la amenaza de acciones sindicales en los puertos de la costa este y del Golfo de Estados Unidos, y una posible elección de Donald Trump podría hacer que las empresas se apresuraran a enviar mercancías antes de que se impongan nuevos aranceles a las importaciones chinas.
Asimismo, existe el riesgo de que se produzcan nuevos incidentes geopolíticos, como se está viendo en Bangladesh, donde los disturbios civiles están afectando las operaciones portuarias. Por tanto, no hará falta mucho para que las cadenas de suministro marítimas vuelvan a hacer que los precios a corto plazo aumentan, lo que tendría consecuencias para el mercado a largo plazo.
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