América Latina se convirtió en la segunda región de mayor crecimiento del comercio electrónico en el planeta, al aumentar el mercado hasta 30 % en algunos países, esto según un estudio entregado por America’s Market Intelligence (AMI). Entretanto, una publicación del portal alemán Statista, dijo que el mercado latinoamericano y caribeño de comercio electrónico alcanzará un valor de ventas minoristas de más de $80 millones de dólares para el cierre de este año.
Además, se prevé que, para el 2025, esta cifra supere los $100 millones de dólares. En este panorama, la revolución de la logística, y más precisamente la última milla, está en plena marcha. Las compañías que venden a través de comercio electrónico entienden la necesidad de contar con tecnología de punta para ofrecer entregas más veloces y efectivas.
«Para las empresas, responder de manera adecuada a este mercado es ya una prioridad para consolidar y atraer nuevos clientes. Una empresa que cuenta con un e-commerce con opciones de entrega poco flexibles debe encontrar el socio estratégico que le permita ofrecer una mejor experiencia del usuario«, dijo a Computer Weekly, Agustín Novillo Saravia, cofundador & CEO de clicOH, startup argentina que brinda servicios de logística integral para el comercio en línea en América Latina..
Novillo agrega a CW que «por ejemplo, es muy beneficioso el considerar ‹trackeo› en tiempo real de sus paquetes, entregas en el mismo día, soporte en vivo, control de stock, pick up points, entre otros servicios».
«El boom del e-commerce en la región nos obliga a estar preparados para los retos por venir. La integración tecnológica en todos los sectores económicos aceleró el progreso de la venta online, superando lo que se proyectaba para la próxima década. La demanda de productos en línea es una realidad, por lo que las empresas tienen que contar con la mejor logística para cubrir las necesidades de los usuarios con un servicio de excelencia», afirmó.
Desde clicOH explican que la necesidad de encontrar un socio tecnológico eficaz para los esfuerzos de logística y entrega viene de la mano de una tendencia nacida en pandemia. Uno de los elementos más valorados por los usuarios finales de plataformas de comercio electrónico es la velocidad de entrega. La inmediatez en el servicio es un elemento clave para las empresas, acción que puede detonar una venta o cancelarla.
«Esto se logra a través de alianzas estratégicas con partners del sector, creando una red logística integrada para mejorar la experiencia del comprador. Estamos convencidos que cualquier seller o compañía puede contar con la más alta calidad de entrega y la rapidez necesaria que requiere cada empresa que vende productos online si cuenta con una logística de gran nivel como lo exige el mercado actual», destaca el ejecutivo.
En definitiva, las empresas que eligen adaptarse a un mercado que no parece tener techo de crecimiento necesitan conocer las tendencias que llegarán al sector, la mayoría influenciadas por la experiencia del usuario durante las restricciones sanitarias derivadas del COVID-19. En el caso del comercio electrónico, hay tres tendencias fundamentales:
- Contar con un socio tecnológico adecuado: El aumento de colaboraciones entre el sector retail y los proveedores de servicios tecnológicos es fundamental para atender con éxito las necesidades de los compradores. Estas asociaciones están impulsadas por las exigencias del mercado de brindar una experiencia de marca más fluida para sus usuarios con soluciones de cambio para mejorar sus modelos y resultados de negocios.
- Entrega rápida y flexible: Un área clave en el sector retail es la optimización de la gestión de la última milla. Actualmente, los consumidores quieren elegir dónde, cuándo y cómo se entrega su pedido. Como resultado, la demanda de entregas en el mismo día está creciendo exponencialmente, por lo que se calcula un aumento considerable para este año.
- Servicio de «pick up»: En comparación con años anteriores, los usuarios están más conectados con la tecnología. Esto ayuda a que las compras lleguen con mayor facilidad a los hogares, lo que se traduce en un ahorro de tiempo y crea una nueva necesidad al adquirir algún producto.
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