El transporte de carga por ruta es un servicio que no se ha detenido incluso con las crisis más importantes sufridas en los últimos años y gracias a la intermodalidad se estima que continuará creciendo un 18% para 2030.
Según especifica Ámbito, a partir de la pandemia, sumado a la inestabilidad económica mundial, los aumentos de los combustibles y la guerra entre Rusia y Ucrania, el sector de la logística terrestre internacional ha pasado por grandes dificultades que incitaron la inminente evolución en la forma que se desarrollan estas actividades.
Obstáculos como los confinamientos en China, la falta de choferes o los pasos fronterizos limitados contribuyeron a que las empresas dedicadas al transporte por carretera tuvieran que estar preparadas para hacer frente a un incremento significativo en sus cargas, y eso implicó continuar avanzando en la intermodalidad y la digitalización como los principales desafíos de cara hacia el 2023.
En ese sentido, Argentina ha sabido encauzar la gran mayoría de sus exportaciones terrestres a través de Brasil, Chile y Perú, países que representan más del 22% del comercio internacional de mercaderías en Argentina. En efecto, se registró una suba interanual del 41% en el intercambio comercial entre Brasil y Argentina, las dos economías de mayor envergadura en todo el Mercosur.
Sin embargo, los retos logísticos hacia el futuro continúan siendo el principal horizonte de las empresas transportadoras, que deben estar a la altura de las exigencias tanto de las compañías que requieren sus servicios como las de los clientes finales.
La actual crisis por la que el mundo está transitando abrió una agenda de requerimientos y nuevos desafíos a afrontar, que traerá un nuevo equilibro al sector: “más, mejor y más rápido”. Al efecto, en la 22ª edición del Salón Internacional de la Logística de Barcelona (SIL), se debatió sobre las tres macrotendencias en torno a los retos globales comerciales, los nuevos modelos de negocio y la transformación cultural; situaciones a las que se enfrentan las empresas de hoy.
Los ejes fundamentales para el presente y el futuro de la industria giran en torno al incesante crecimiento del e-commerce, las continuas tensiones en la cadena global de suministros y continuar avanzando en la intermodalidad y en la digitalización, haciendo foco en la inteligencia artificial y el análisis de datos para ofrecer una experiencia de valor y que incremente la imagen positiva del sector.
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