Dean Rodin y las estrategias logísticas de Maersk en Sudamérica

 

A.P. Moller – Maersk, hace ya varios años, se ha transformado en una de las principales compañias del sector logístico. Sin embargo, en su constante estrategia de transformarse no sólo en líder naviero, está desarrollando soluciones que logren satisfacer las necesidades de los clientes de un extremo a otro de la cadena de suministro, pero teniendo negocios marítimos completamente integrado a la logística global.

Es más, con más de 195.000 m2 de almacenes en toda la costa oeste de Sudamérica, Maersk continúa expandiéndose en América Latina, agregando valor a las cadenas de suministro de la región. En Chile, particularmente, tres nuevas instalaciones se encuentran en centros económicos estratégicos de la ciudad de Santiago, las que contribuyen a mejorar el servicio al mercado chileno.

El pasado 15 de marzo, Maersk inauguró el centro de distribución y almacenamiento Buenaventura. El objetivo de la firma es la transformación en un integrador logístico de punta a punta para flexibilizar y aumentar la resiliencia de las cadenas logísticas de sus clientes. Por ello, continúa invirtiendo en la región de Latinoamérica.

Dean Rodin, director general de la costa oeste de Sudamérica para Maersk, conversó en exclusiva con MasContainer, y nos entregó mayores antecedentes sobre las estrategias comerciales que están realizando en la zona.

¿Qué los motivó a inaugurar Buenaventura como uno de sus nuevos centros de distribución en Chile?

Queremos añadir valor a la cadena logística. En Chile, nuevas instalaciones están ubicadas en centros económicos estratégicos de Santiago, lo que contribuirá a mejorar el servicio al mercado chileno. Existe un notable aumento de la demanda por parte de nuestros clientes, que solicitan cada día servicios más completos y con mayor valor añadido.

Nuestro objetivo es mejorar la experiencia del cliente optimizando sus operaciones logísticas, en ubicaciones estratégicas que les permitan ampliar su alcance y llegar a nuevos mercados o clientes.

En este caso, las instalaciones de Buenaventura en Quilicura, con 24.900 m2 es una bodega de alta calidad en el sector norte de la ciudad, ubicada a 16 km del centro de la ciudad, a 23 km del aeropuerto y cuenta con rápido acceso a las principales autopistas, lo que hace que el lugar sea perfecto para la distribución a tiendas y domicilio de los clientes.

¿Cómo contribuyen las nuevas tecnologías para mejorar las carencias logísticas en los centros de distribución?

Las nuevas tecnologías ayudan a que las operaciones sean fluidas, integradas y automatizadas. Esto puede marcar la diferencia para los clientes y las carencias logísticas actuales.

Estamos en un viaje para digitalizar las cadenas de suministro de nuestros clientes de principio a fin. Continuamos con la modernización de nuestras bases tecnológicas para ofrecer escalabilidad y eficiencia.

Nos acercamos rápidamente al punto de inflexión, en el que nuestra tecnología se convierte en un verdadero elemento diferenciador para nuestros clientes. Una logística verdaderamente integrada conecta el flujo de mercancías y datos. Las capacidades de visibilidad e inteligencia artificial ayudan a los clientes a responder en tiempo real a los cambios y oportunidades, con recomendaciones predictivas y acciones ágiles.

¿Cuáles de estas tecnologías esperan aplicar en los Centros de Distribución?

En general, la incorporación de nuevas tecnologías en los centros de distribución puede ayudar a reducir costes, mejorar la eficiencia, aumentar la productividad y mejorar la satisfacción del cliente. También reduce el riesgo operativo. Algunas de estas tecnologías son:

Análisis de datos: Las nuevas tecnologías permiten recopilar y analizar grandes cantidades de datos en tiempo real, lo que puede ayudar a identificar patrones y tendencias en la demanda, la distribución y la utilización de recursos en el centro de distribución. Esto puede ayudar a mejorar la planificación de la producción y la distribución de los productos. Es parte de lo que nuestro SGA (sistema de gestión de almacenes) hace por el control y la gestión operativa.

Optimización de rutas: La tecnología de geolocalización y la planificación de rutas pueden ayudar a mejorar la eficiencia de las entregas encontrando las rutas más cortas y optimizadas. Utilizando un TMS (sistema de gestión de transporte), se consigue la eficiencia en la distribución.

Automatización de procesos: La automatización de procesos mediante la implantación de sistemas robóticos y de inteligencia artificial puede mejorar la eficiencia y la precisión de tareas como el almacenamiento, la clasificación y el envío de productos. Un clasificador determinado ayuda a la clasificación automatizada de productos en la operación de cumplimiento, logrando la eficiencia operativa.

¿Cuál es el objetivo central tras la expansión de Maersk en Chile y Perú, en el corto y mediano plazo?

Parte de nuestro objetivo de convertirnos en un integrador logístico global de extremo a extremo es hacer que las cadenas logísticas de nuestros clientes sean más flexibles y resistentes. Por este motivo, seguimos invirtiendo en activos estratégicos en todo el mundo, incluida Latinoamérica.

Confiamos en el potencial de crecimiento de Perú y Chile, lo que se refleja en nuestras inversiones y en la reciente apertura de nuevos almacenes como los de Quilicura y San Bernardo (Santiago) y Lurín en Perú, junto con los nuevos WMS (sistema de gestión de almacenes) y TMS (sistema de gestión de transporte) para reforzar nuestras operaciones de almacenamiento y distribución. Estas nuevas instalaciones reforzarán las capacidades existentes en el país.

En América Latina ¿Se puede hablar de una «normalidad post pandemia», respecto al sector logístico, o aún falta para eso?

Tras la pandemia seguimos en un mundo más incierto e impredecible. La demanda global de los consumidores sigue siendo volátil y aún no hemos recuperado los niveles anteriores a la pandemia. Esto presenta tanto riesgos como oportunidades. Lo que ha cambiado es que los clientes tienen ahora sus cadenas de suministro en lo más alto de su agenda estratégica. Las congestiones, la falta de visibilidad y las sorpresas cambiaron considerablemente su enfoque en torno a las cadenas de suministro.

La incertidumbre geopolítica y macroeconómica persiste y sigue pesando sobre la confianza de los consumidores, lo que repercute en la demanda mundial. Prevemos que las actuales correcciones de inventarios que están llevando a cabo nuestros clientes se habrán completado a finales del primer semestre del año, lo que dará lugar a un entorno de demanda más equilibrado.

Ahora nos encontramos en un panorama competitivo que se rige por las habilidades y capacidades más que por la escasez de capacidad y los cuellos de botella. Estamos convencidos de que nuestra oferta logística ampliada, nuestras estrechas relaciones con los clientes y la disciplina de costes serán una ventaja a la hora de ayudar a nuestros clientes a redefinir sus cadenas de suministro para los tiempos más difíciles que se avecinan.

¿Cuál es el siguiente desafío de Maersk en materia logística regional?

Queremos posicionarnos como un verdadero integrador logístico en América Latina, y esto se demuestra en el valor de nuestras inversiones en la región, que son del orden de US$ 300 millones de dólares, no sólo en soluciones de almacenamiento, sino también en la construcción de nuevas instalaciones de almacenamiento en frío para productos perecederos. Estas inversiones también nos permitirán abrir nuevas posiciones, inyectando más de 500 nuevos empleos en dos años, con la debida formación especializada.

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