Los Gobiernos latinoamericanos y organizaciones de la región han condenado unánimemente el asalto a la Embajada de México en Quito ocurrido la noche del viernes, donde agentes de seguridad entraron a la fuerza.
El objetivo fue capturar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien desde diciembre pasado se refugiaba en la legación mexicana. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, expresó su gratitud a la comunidad internacional escribiendo en su cuenta de la red social X que «agradecemos la solidaridad de mandatarios, dirigentes y organizaciones civiles de distintos países y del nuestro tras el asalto de la Embajada de México en Ecuador».
Relaciones cortadas
Tras el asalto diplomático, los países latinoamericanos han reaccionado de manera rápida y contundente, y entre ellos México y Nicaragua han decidido romper relaciones con Ecuador. «Ante la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador. México anuncia el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Ecuador«, expresó la canciller mexicana, Alicia Bárcena, en su cuenta de X.
La canciller señaló que «México recurrirá a la Corte Internacional de Justicia para denunciar la responsabilidad de Ecuador por violaciones al Derecho Internacional» y, en tanto, el personal diplomático de México en Ecuador abandonará ese país de inmediato.
El Gobierno de Nicaragua también formalizó el sábado la ruptura de «toda relación diplomática» con Ecuador a través de un comunicado en que manifestó su «absoluto rechazo» y condena a la acción del Gobierno de Ecuador, la cual calificó de «insólita», «repudiable» y una «violación flagrante del derecho internacional».
Condena transversal
Numerosos países latinoamericanos han coincidido en calificar los sucesos como una violación de la soberanía de México y del derecho internacional y los han condenado tajantemente.
«Toda mi solidaridad al presidente y amigo López Obrador», escribió Luiz Inácio Lula da Silva en las redes sociales, en un mensaje en el cual compartió el comunicado de la cancillería brasileña que condenó «en los términos más enérgicos» la acción llevada a cabo por fuerzas policiales ecuatorianas el 5 de abril.
El hecho «constituye una clara violación de la Convención Americana sobre Asilo Diplomático y de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas«, y «debe ser objeto de un enérgico repudio, cualquiera que sea la justificación para su implementación», indicó la cancillería brasileña.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, condenó la irrupción policial expresando en su cuenta de X «toda nuestra solidaridad con México, ante la inaceptable violación de su Embajada en Quito. Debe respetarse por todos la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que es un componente esencial del derecho internacional».
A través de un comunicado, el Gobierno de Bolivia expresó su enérgica condena a la «flagrante y grave violación de la Convención de Viena» por parte de Ecuador, advirtiendo que el «secuestro» de Glas «contraviene flagrantemente el derecho al asilo establecido en convenciones internacionales».
En esa línea, Bolivia llamó a la comunidad internacional a «condenar este hecho sin precedentes en la vida democrática de la región y a exigir el respeto al Derecho Internacional para mantener así la paz, estabilidad y el respeto a la soberanía de las naciones».
La cancillería venezolana señaló en un comunicado que los sucesos constituyen «una acción que ni en las más atroces dictaduras en la región» se habían registrado en América Latina. La misma oficina extendió su absoluto respaldo al pueblo y Gobierno de México, subrayando que «exhortamos a la comunidad internacional a tomar medidas ante estos repudiables actos que atentan contra la integridad y estabilidad plena de América Latina como zona de paz».
«El asalto a la Embajada de México por parte del Gobierno de Ecuador, con el objetivo de secuestrar al exvicepresidente Jorge Glas, constituye un acto intolerable para la comunidad internacional, dado que ignora el histórico y fundamental derecho al asilo«, afirmó la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en su cuenta de X.
La mandataria agregó que «repudiamos enérgicamente esta violación a la soberanía del Estado mexicano y al derecho internacional. Nos solidarizamos con el pueblo mexicano y su presidente, Andrés Manuel López Obrador«.
Soluciones
Asimismo, otros países han pedido respetar las convenciones internacionales y buscar una solución pacífica a través del diálogo. La cancillería de Argentina dijo en un comunicado que se une a los países de la región en la condena a lo sucedido en la Embajada de México en Ecuador y llamó a «la plena observancia de las disposiciones» de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 y de las obligaciones de la Convención de Viena.
Entre tanto, al lamentar la situación generada entre Ecuador y México, Perú hace un llamado a sus Gobiernos para que «superen este ‘impasse’ y resuelvan sus diferencias a través del diálogo, conforme a los mandatos del derecho internacional y al espíritu de integración latinoamericano«, indicó la cancillería peruana en un comunicado.
Agregó que conforme a su invariable compromiso con el respeto a los principios y normas del derecho internacional y a la solución pacífica de las controversias, «rechaza toda transgresión a las normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 que garantizan los procedimientos de buena convivencia entre los Estados».
La cancillería de Uruguay señaló en un comunicado que el país «lamenta profundamente los hechos acaecidos en las últimas horas en Ecuador que han afectado las relaciones entre dos naciones hermanas, así como el respeto a normas fundamentales del derecho internacional y para la convivencia pacífica entre naciones latinoamericanas».
También reivindicó la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático, un «instituto legal de larga tradición en América Latina» y alienta a los Estados «a reafirmarla y respetarla». De acuerdo con un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay, la inviolabilidad de las representaciones diplomáticas obliga al Estado receptor a adoptar las medidas adecuadas para proteger a los locales de la misión contra toda intrusión o daño y a preservarlos de cualquier acción que atente contra su dignidad.
La cancillería panameña manifestó en un comunicado su rechazo al uso de la fuerza y «a las acciones desarrolladas en relación con la situación del exvicepresidente, en abierto desafío a los principios fundamentales del derecho internacional y de las relaciones diplomáticas». Hizo además un llamado para que «se reconsidere esta actuación contraria a derecho y se retome la vía diplomática para resolver cualquier diferencia entre dos países hermanos de nuestra región».