El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha admitido que el arranque de su mandato ha sido una “montaña rusa” con momentos “duros” y marcado en gran medida por la “guerra” abierta contra la inseguridad, si bien ha afirmado que comienzan ya a verse datos “alentadores”.
Según publica Europa Press, Noboa ha afirmado que su mandato ha arrancado “prácticamente en guerra” y lo que iba a ser en un inicio una primera fase “totalmente enfocada en la generación de empleo” se ha reconvertido; hasta el punto de que, a día de hoy, Ecuador vive sumido a efectos formales en un “conflicto armado”. “Tuvimos que adaptarnos”, ha esgrimido durante el encuentro empresarial España-Ecuador en la sede de la CEOE, teniendo en cuenta no obstante de que “devolver la esperanza” a la población implica también que la recuperen las instituciones, los funcionarios públicos y las empresas, tanto nacionales como extranjeras.
“Decir que no van a venir días difíciles es imposible, pero que exista y se mantenga la esperanza es lo esencial para hacer un cambio real en un país que tiene todo, pero estaba mal atendido”, ha enfatizado, en presencia de autoridades españolas como el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
Estas últimas semanas han dejado ya algunas cifras “alentadoras”. En este sentido, ha afirmado que las muertes violentas han caído en tres semanas de 38 homicidios diarios a tres: “Significa que algo estamos haciendo bien”.
El mandatario ha apuntado que este indicador el que realmente marca cómo evoluciona la seguridad y no el de las incautaciones de droga, como en “gobiernos pasados”, si bien también ha aprovechado para reivindicar operaciones como la que permitió la incautación de 22,7 toneladas de cocaína recientemente.
El de la droga, ha añadido, “no es un problema sólo de Ecuador, es un problema mundial”. En el caso ecuatoriano, la lucha es contra un grupo de “narcoterroristas” que cuentan con “40.000 soldados fuertemente armados” y manejan un mercado de más de 60.000 millones de dólares al año en producto, “una barbaridad” en palabras de Noboa.
El presidente también ha reivindicado los cambios realizados en la cúpula de las Fuerzas Armadas y de la Policía, por la que le habrían tildado de “loco”. “No fue fácil, hubo un sinnúmero de amenazas”, ha admitido, satisfecho por haber purgado a funcionarios que ahora incluso están implicados en casos de corrupción.
Según Noboa, gracias a esta depuración, se ha disparado la imagen de la Policía y de las Fuerzas Armadas, hasta el 83 y el 95 por ciento, respectivamente. También ha mejorado la percepción pública del Gobierno, ya que el presidente asume que ahora los ciudadanos creen que “se están haciendo las cosas bien”.