La Asamblea Nacional (Parlamento) de Ecuador no logró ratificar las observaciones que hiciera al proyecto de presupuestos estatales para el ejercicio 2024 y dio paso a que la cuenta elaborada por el Gobierno entre en vigor sin cambios.
El Legislativo, que el pasado 21 de marzo devolvió el Ejecutivo el presupuestario con observaciones, no logró sumar los votos para ratificarse en sus cambios, aseveró en su publicación Agencia EFE. El legislador socialcristiano Jorge Álvarez había presentado una moción para que el Parlamento se ratificara en las observaciones y conclusiones sugeridas a revisión del Gobierno, para lo cual requería el voto de al menos 92 asambleístas, los dos tercios del pleno de la Cámara integrado por 137 escaños. Tras el debate, la moción de Álvarez apenas sumó 75 votos, frente a 35 votos en contra y 21 abstenciones, por lo que la propuesta del socialcristiano no prosperó.
En la discusión se recordó que las observaciones que los legisladores habían puesto a consideración del Ejecutivo no eran «vinculantes», por lo que el presidente de la República, el empresario Daniel Noboa, no las consideró y devolvió al Legislativo el texto del presupuesto sin cambios. El proyecto original del Gobierno asciende a un monto de gastos de 35.536 millones de dólares, lo que supone un aumento del 13 % respecto a la cuenta que se presentó en 2023 y cuyo cuantía llegó a 31.503 millones.
Los legisladores habían propuesto cambios en las cuentas por sectores y se habían quejado de recortes en rubros como la seguridad, la educación y la salud. Asimismo, habían criticado que no se hayan incluido los ingresos que supondrá el incremento del impuesto al valor añadido (IVA) del 12 al 15 por ciento desde abril próximo. Sin embargo, esto no se hizo porque aún no había sido promulgada la ley del incremento de esa tarifa en el momento que se elaboró el proyecto de presupuestos públicos.
Esos recortes habían incluso generado leves protestas de sectores sociales como los sindicatos del magisterio que advertían de la reducción de los presupuestos para la educación y un aumento para el pago de la deuda pública, sobre todo la exterior.