La congelación como la refrigeración ralentizan la actividad bacteriana en los productos perecederos, por esto es necesario no romper la cadena de frío en su distribución. La logística fría es indispensable y a veces quizás no considerada adecuadamente.
Para el transporte refrigerado de estos alimentos se deben usar vehículos adaptados en condiciones iguales en cuanto a capacidad, peso, resistencia, normas de seguridad, autonomía o consumo de combustible que puedan preservar la seguridad de la mercancía desde el momento de la recogida hasta la entrega final.
Para hablar de este tema conversamos con María Cecilia Ríos Gerente Administrativa de Fresh Cargo, expertos en el tratamiento de la carga fresca y congelada. A su juicio la carga refrigereda es un tema bastante amplio “aunque lo puedo ejemplificar con lo que pasa con la fruta”.
María Cecilia Ríos señala que “sin este tipo de carga el mundo estaría desabastecido y más que todo porque la cadena de suministro cuenta con esa carga refrigera. El tema es ver cómo se maneja y el tipo de carga refrigerada”.
Lo importante, asegura es considerar una serie aspectos que debe considerar un exportador o importador de frutas. “Obviamente depende del producto. Si es una fruta las temperaturas y ventilación son diferentes. El tratamiento es más delicado y la cadena no se puede romper cuando estamos hablando de un congelado”.
Según María Cecilia Ríos Gerente Administrativa de Fresh Cargo “es muy distinta la carga congelada de un camarón o un banano, ya que en el caso del primero el contenedor puede estar cerrado por horas sin tener ningún problema al no estar conectado a una toma reefer. Sin embargo un contenedor de fruta debe tener la ventilación y refrigeración exacta que ha pedido el importador y a su vez el exportador”.
Y claro lo que ocurre es que “ante un mínimo cambio de temperatura la fruta se puede dañar, cosa de la cual una persona que sabe del tema se dará cuenta cuando la fruta madure y aparezcan rayones o puntos en el producto… todo por la mala refrigeración”, apuntó.
Según nos comentó María Cecilia Ríos, la asesoría en esta materia es fundamental. Por ejemplo es importante tener claro además la seriedad de la empresa que trasladará los productos refrigerados. “Saber que es una empresa seria y que está avalada por una Cámara de Comercio o importadores de su país o localidad”.
Agrega que obviamente “es necesario que el importador y exportador estén de acuerdo en el tipo de negociación que harán y qué tipo de incoterms se trabajarán. Cotizar, informarse y asesorar es indispensable”, señaló.