El mundo comienza lentamente a dejar atrás los embates generados por la crisis sanitaria del Covid-19. La pandemia, evidentemente, ocasionó serios inconvenientes e interrupciones en el normal desenvolvimiento de las actividades comerciales globales. Es más, una de las zonas más afectadas por esta contingencia fue América Latina y el Caribe.
Proyecciones entregadas por distintos organismos, como el informe sobre la Situación y Perspectivas de la Economía Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que indica al respecto que la economía mundial crecerá 1,9% en 2023 y se elevará moderadamente en 2,7% en 2024.
En América Central, las autoridades del Banco Central de Guatemala (BCG), aseguraron que esperan tener durante el 2023 un ligero crecimiento en el consumo interno y estabilidad en las exportaciones, pese a la desaceleración económica mundial por los conflictos internacionales, la escasez de materia prima y múltiples interrupciones en cadenas de suministro producidas por las todavía presentes congestiones portuarias en algunos terminales.
En el caso de confirmarse lo proyectado por el BCG, la nación podría registrar durante el presente año un PIB que rondará en los US$75.000 millones. Registro que marcaría un leve aumento económico. Es más, el ente había comentado hace algunas semanas que, la última vez que la tasa de crecimiento de Guatemala cayó fue en el 2020, cuando el PIB registró un margen negativo de 1.8 puntos porcentuales.
No debemos olvidar, que el 2022 Guatemala logró algo que para mucho fue catalogado como «impresionante»; fue la única nación de toda América Latina que tuvo una perspectiva positiva en su calificación regional, lo que refleja un desempeño fiscal y económico mucho mejor de lo esperado al inicio de la pandemia del Covid-19.
Para muchos expertos, el país mostró resiliencia y datos positivos de crecimiento fiscales, motivo por el cual el panorama es propicio para la calificación que obtuvo este año.
Por otra parte, el aumento en la producción de los sectores de agroindustria, construcción y turismo, son mencionados como industrias claves para reactivar la economía durante el 2023. Es más, el Banco Interamericano y Desarrollo (BID), corroboró esta tendencia al manifestar que, estas tres actividades económicas, podrían ser las que logren impulsar al resto de la producción. Incluso, se habla de un 20% más que el promedio de los otros sectores de la economía local.
Guatemala, trabaja fuerte para crecer económicamente. Lograr sus objetivos dependerá si sabe aprovechar una serie de oportunidades que posibilitan abrir nuevos mercados, ejecutando políticas públicas enfocadas a generar capacitación de recursos humanos, potenciar las pequeñas y medianas empresas y fomentar la inversión nacional y extranjera, incorporando siempre a todos los sectores económicos del país.
Por Amy Zepeda, Directora y Agente de Aduana en SEAL
Servicios Especializados de Aduana y Logística
www.seal.com.gt
amy.zepeda@seal.com.gt
(502) 56328695 / 22958732