El comercio electrónico o también conocido como el E-Commerce, está viviendo meses de apogeo debido a la necesidad que tuvieron los consumidores de seguir adquiriendo productos pese a las complicaciones generadas por la pandemia desde el 2020.
Es más, el extraordinario auge del comercio electrónico se refleja en todos los ámbitos del sector logístico y que posicionan al segmento de última milla, en un elemento fundamental y transformador no sólo del sector, sino del futuro de unas ciudades cada vez más smart o inteligentes.
Guillermo Ravell, Country Manager para Mileway España, durante un conversatorio organizado Alimarket y que contó con expertos en cadenas de suministros y logística global, detalló el presente y futuro por el cual atraviesa la industria del retail.
¿Por qué resulta tan importante asumir que los centros de distribución deben estar cada vez más cerca del núcleo urbano?
En los últimos años, hemos asistido a un profundo cambio en la forma en que la gente consume y adquiere bienes y servicios. También hemos ido viendo cómo este cambio repercute en la forma de operar de los retailers, y en sus necesidades inmobiliarias. Un elemento clave en la decisión de compra del nuevo perfil de consumidor es la inmediatez, es decir, que la entrega del producto adquirido sea lo más rápida posible para que el minorista online no pierda al cliente en favor de otra plataforma competidora. Esto significa que, ahora más que nunca, la ubicación de las naves en el primer anillo de los núcleos urbanos cobra una importancia capital.
¿Se necesita tener una estrategia muy definida para la ubicación del espacio logístico?
Con toda seguridad. Pero no es sólo la ubicación lo que importa. A medida que las empresas se adaptan a la creciente demanda de comercio electrónico, la forma de utilizar los espacios también está cambiando. Aquí es donde entramos en juego los promotores, gestores y propietarios de naves logísticas, que debemos ayudar a nuestros clientes a adaptarse a las necesidades y exigencias de los consumidores.
Para ello, hay que saber adaptarse y saber adaptar. El operador debe ser capaz de hacer un traje a medida al minorista y que cada espacio brinde respuestas a necesidades muy específicas. En otras palabras, la orientación al cliente llega al sector logístico para quedarse. Para ello, los operadores que queramos ganarnos el mercado deberemos demostrar flexibilidad a la hora de gestionar los espacios y capacidad de escucha a las demandas del retailer y del mercado.
¿Cómo se asume las exigencias que demandan los temas medioambientales?
Un aspecto con el que toda la cadena de valor del sector logístico debe estar no sólo mentalizada sino comprometida, es en innovar para reducir el impacto medioambiental de nuestra actividad. Y eso va bastante más allá del empleo de vehículos eléctricos. El mercado nos pide invertir fuertemente para que las naves se adapten a las necesidades actuales sociales en términos de sostenibilidad. Algo que interesa a propietarios institucionales, para los que la sostenibilidad no es una opción sino un imperativo, si queremos no sólo dar valor a los activos, sino también atraer inversores; como a los minoristas y operadores de third part logistics, interesados en cumplir con la sostenibilidad como estrategia de negocio frente al cliente.
¿Qué herramientas concretas confirman esta máxima?
Me refiero a elementos como paneles solares o iluminación LED, por mencionar sólo un par. En suma, todo lo que contribuya a una actividad más verde y se enmarque en los objetivos de desarrollo sostenible que redundan, además, en una mayor durabilidad de las naves. Desatender estas necesidades, y pretender sólo adaptarnos a los trends perdiendo de vista la sostenibilidad, nos situaría fuera de nuestro mercado y de nuestro tiempo.
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