La automatización y la inteligencia artificial tendrán un efecto mayor de lo que se pensaba en los empleos bien remunerados según un nuevo estudio de Brookings Institution.
Desviándose del patrón actual, éste modelo anticipa que serán los trabajadores mejor educados y con sueldos relativamente altos los más expuestos a las nuevas tecnologías.
Los expertos coinciden en que la automatización plena será menos significativa que la reorganización que experimentarán los negocios, es decir, sustituirá funciones más que trabajos.
“El impacto será significativo en virtualmente todo el mercado laboral” y su efecto “no se distribuirá de una manera uniforme”, insiste en su informe Mark Mauro de Brookings.
Se calcula que la mayor presión recaerá sobre el 18% del empleo en Estados Unidos (EE.UU.) o 25 millones de ocupados. El 34% de la mano de obra (48 millones) podrá experimentar un impacto medio.
Para el 48% de los asalariados (67 millones), el efecto de la disrupción tecnológica será bajo. Los empleados de élite, como los consejeros delegados y altos ejecutivos, estarían de alguna manera protegidos.
Por industrias, sin duda las más expuestas por la automatización son la manufactura, la agricultura, el transporte y la extractiva.
La historia cambia cuando se analiza el impacto en los servicios profesionales y técnicos mejor pagados, donde la inteligencia artificial contribuye a optimizar los procesos y elimina duplicidades.
Formación & Cambios
El autor concluye, que los trabajadores con mayores ingresos estarán mejor preparados para navegar este cambio tectónico en el mercado laboral, porque tendrán más recursos financieros y una mejor formación.
Brookings admite que su análisis introduce nuevos “enigmas” sobre la irrupción de la automatización, pero considera que estos trabajos son necesarios para entender su implicación.
Solo un 37% dice que sucederá en los próximos 30 años y se trata principalmente de empleados que no tienen estudios superiores. La mitad de los ocupados con salarios muy bajos también lo dan por hecho.
La encuesta de Pew, como reflejo de esta incertidumbre, muestra también que tres cuartas partes de los estadounidenses anticipan que la automatización incrementará la desigualdad.
También dudan (66%) cuando se les pregunta si esperan que con la automatización se crearán nuevos empleos y mejor pagados. Y aunque los que tiene una educación superior son más optimistas, tampoco lo ven tan claro.