La cadena de suministro respira pero sus problemas persisten

La pandemia de COVID-19 desencadenó una crisis en las cadenas de suministro mundiales, que muestra signos de recuperación. El costo de enviar un contenedor desde Asia a la costa oeste de los EE.UU. hace unos días llegó por debajo de los US$2.500, luego de alcanzar su punto máximo a fines del año pasado en más de US$10.000, según la plataforma de reservas Freightos Group.

Igualmente  las grandes copias de seguridad en los puertos de los EE.UU. se han reducido. Los precios de la madera son los más bajos en más de dos años, mientras que el costo del acero y el aluminio se han moderado.

Lo que pasa en China y Estados Unidos tiene consecuencias para toda la economía mundial, según nos indicaron desde Nexus Logistics. El Departamento de Trabajo de Estados Unidos  informó que el IPC de septiembre aumentó más de lo esperado, lo que trae como efecto que la caída de los precios de algunos bienes y servicios aún está lejos de abrirse camino por completo en la economía.

No obstante un indicador de la salud de la cadena de suministro, lo entregó un índice compilado por la Reserva Federal de Nueva York que mostró que el estrés en el sistema global disminuyó en septiembre al nivel más bajo desde diciembre de 2020.

El Índice de Presión de Suministro Global del banco regional rastrea datos sobre costos de envío, tiempos de entrega, atrasos y otras estadísticas en una sola medida en comparación con las normas históricas. El informe de septiembre marcó el quinto mes consecutivo de caídas en el índice, comentaron desde Nexus Logistics.

En línea generales las empresas a nivel mundial y tomando como indicador lo que sucede en Estados Unidos, tiene una menor preocupación por la escasez si se compara con un el año anterior. Sin embargo, no es para cantar victoria.

Una normalidad en la cadena de suministro mundial, siempre y cuando no ocurra ningún hecho de importancia que la impacte, podría consolidarse a fines del próximo año según nos comentaron desde Nexus Logistics.  Es que a juicio de muchos expertos si bien las empresas ahora están cumpliendo con sus pedidos, el tema es saber ¿Qué pasara con la demanda?… aquello es poco claro

Incertidumbe

Esta incertidumbre genera inconvenientes para los exportadores pues muchas compañías ahora tienen demasiado inventario, es decir el problema opuesto al que se enfrentaron no hace mucho, cuando los consumidores atrapados en casa durante la pandemia gastaban mucho en bienes como muebles y electrodomésticos.

Arnold Kamler, director ejecutivo del fabricante de bicicletas Kent International en Fairfield, Nueva Jersey, dijo que el precio de muchas de las materias primas que necesita, como el acero, el aluminio y el plástico, está bajando. Y eso eventualmente debería ayudarlo. Pero en este momento, sus dos almacenes en EE.UU. están llenos y ha reducido los pedidos de más productos del Lejano Oriente, por lo que tampoco puede beneficiarse tanto de los costos de envío más bajos. “La buena noticia para mí es que las bicicletas no son fresas, no se estropean”, dijo.

El precio de muchos artículos, incluidos el acero al carbono y el aluminio, ha bajado, pero esas disminuciones se compensan con aumentos en los costos de mano de obra y, hasta hace poco, de combustible.