El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, firmó el decreto mediante el cual se declara zona de reserva minera de litio 234 mil 855 hectáreas tras su decisión de nacionalizarlo para que en lo exploten naciones extranjeras como Estados Unidos, China o Rusia.
«Lo que estamos haciendo es nacionalizar el litio para que no lo puedan explotar extranjeros. El petróleo y el litio son de la nación, son del pueblo de México, de ustedes, de todos los que viven en esta región de Sonora, de todos los mexicanos», determinó el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
De esta forma, según medios aztecas, México terminó un proceso que comenzó el año pasado con la reforma de la ley minera: consolidar al litio como propiedad del Estado para su extracción del subsuelo mexicano y su posterior explotación. La medida establece que no se van a retirar las concesiones ya otorgadas, línea que beneficia a la empresa china Ganfeng Lithium que cuenta con el proyecto de exploración más avanzado en la región.
La modificación de la ley implicó conflictos, a los que AMLO apuntó durante la presentación de la firma del decreto de nacionalización: “Hay, desde luego, amparos, ya saben ustedes cómo son los conservadores, que quisieran que México se convirtiera en una colonia de los extranjeros, que no fuese un país independiente, libre, soberano; nada más que no van a poder con sus amparos ni sus controversias en el Poder Judicial”. Con el decreto el gobierno mexicano fijó el área concreta donde se concentra el mineral y la denominó Reserva Minera.
México se encuentra en el décimo lugar de la lista de países con reservas de litio. El Servicio Geológico de Estados Unidos calcula que cuenta con 1,7 millones de toneladas, el 2,3 por ciento de las reservas mundiales. Un número significativamente menor a los 21 millones de Bolivia o los 19 de Argentina que calcula el mismo organismo. Sin embargo, los números son proyecciones porque el país cuenta con proyectos tempranos de exploración y no ha comenzado con la fase de explotación.
Es que el suelo mexicano ofrece el mineral en arcilla en vez que en salares como en Argentina o en Bolivia. Este detalle requiere una mayor tecnología para conseguir la materia prima con el grado necesario para realizar baterías y el Estado mexicano no cuenta con la experiencia necesaria.
Relacionada: Sólo en Latinoamérica se extrajo un tercio del litio mundial