En el fragor de la campaña electoral brasileña Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que «si Dios quiere, crearemos una moneda común para América Latina, porque no debemos depender del dólar». Anteriormente, Fernando Haddad ya había retomado esta idea no del todo nueva.
Haddad es un exalcalde de Sao Paulo y excandidato presidencial del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que perdió ante el actual presidente brasileño Jair Bolsonaro en el balotaje de 2018, informó DW.
Recientemente se ha retomado la idea. El Presidente Gabriel Boric se refirió a la iniciativa de crear una moneda única entre los países de América Latina, asegurando que si bien ve con buenos ojos la iniciativa, antes es necesario avanzar en otras materias de cooperación.
El Mandatario abordó el tema luego de que el líder del Senado de Colombia, Roy Barreras, reflotara la propuesta durante su discurso en la asunción de Gustavo Petro al poder, lo que causó interés en la opinión pública local.
Tras participar en una reunión bilateral con el nuevo líder colombiano en la Casa de Nariño, el jefe de Estado respondió que «a mi todas las instancias e iniciativas de integración regional que fortalezcan la cooperación entre nuestros países nos parece que apuntan en una buena dirección», publicó emol.
«Ahora, estos mecanismos específicos son muy complejos. En el caso europeo, si mal no recuerdo, partió con la unidad económica del carbón y el acero en 1951 y llegaron a la moneda única el 2002. Por lo tanto, son procesos de largo aliento y tenemos mucho que avanzar antes», dijo Boric.
No es un camino fácil
La idea de una moneda única es fácil de formular, pero el camino hacia ella es mucho más difícil: Jacques D’Adesky, de la Universidad Federal Fluminense de Río de Janeiro, hace notar las diferencias y las rivalidades históricas existentes, por ejemplo, entre los vecinos Argentina y Brasil.
«La creación de una zona de moneda única requeriría primero muchas negociaciones entre los futuros socios», dijo D’Adesky a DW.
El economista Leandro Dias, del banco «AkinTec» de Sao Paulo, quiere esperar a ver si la idea sobrevive a la actual campaña electoral. Sin embargo, en principio, el espacio económico del Mercosur ya ha contribuido a estrechar la cooperación en la región. Pero, por el momento, «la mayoría de los países siguen queriendo conservar su soberanía e independencia económica», dijo Dias a DW.
Maduro apoya
Una moneda única latinoamericana, tal y como la concibe Haddad, tiene como objetivo «mejorar los intercambios comerciales de los países de la región». Según la propuesta del brasileño, debería ser una moneda digital respaldada por un banco central. Sin embargo, para dar el primer paso en esta dirección, es necesaria una declaración de intenciones de varios gobiernos antes de que puedan iniciarse las negociaciones.
Maduro sugirió impulsar el Sucre, medio de pago de la alianza de estados del ALBA dominada por gobiernos de izquierda, como medio de pago digital regional que podría sustituir al dólar estadounidense. Sin embargo, el Sucre no ha pasado de un estatus simbólico hasta la fecha. Y ante la crisis permanente de Venezuela, la confianza en la competencia económica de Maduro en la región es baja, informó DW.
Europa como modelo
La introducción de una moneda única latinoamericana tendría también una dimensión política similar a la del euro en Europa. América Latina (o Sudamérica) se acercaría económica y socialmente y se vería como una única área económica.
El «Sur», nombre teórico de esta moneda y propuesta por Haddad sería entonces el precursor de un desarrollo político que podría llevar algún día a una Unión Latinoamericana o a los «Estados Unidos de América Latina».