Proyecciones de exportación no minera en países de América Latina y Caribe para 2025

Las proyecciones de exportación no minera en los países de América Latina y el Caribe para 2025 muestran un panorama prometedor, aunque con desafíos significativos. Este sector ha cobrado mayor relevancia en la diversificación de las economías regionales, alejándose de la dependencia de los recursos naturales.

Se espera que el comercio de bienes manufacturados, agrícolas y servicios digitales desempeñe un papel fundamental en el crecimiento económico. En países como México, la industria automotriz y electrónica seguirá siendo un pilar clave en las exportaciones no mineras. Gracias a su integración en cadenas de valor globales, se prevé un incremento significativo en la exportación de vehículos y dispositivos electrónicos hacia mercados como Estados Unidos y Europa. El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) facilitará estas transacciones, asegurando un flujo constante de bienes.

Brasil, por su parte, continuará liderando las exportaciones agrícolas, particularmente en productos como la soja, el café y la carne. Las mejoras en infraestructura y logística están proyectadas para aumentar la eficiencia de exportación, lo que permitirá a Brasil competir más efectivamente en mercados asiáticos, especialmente en China, donde la demanda de productos agrícolas sigue creciendo.

Chile y Perú, aunque tradicionalmente centrados en la minería, están diversificando sus exportaciones. En Chile, se espera un auge en la exportación de productos agroindustriales como frutas y vinos, que han ganado popularidad en mercados asiáticos y europeos. Perú está apostando por la agroexportación, con productos como los espárragos, paltas y arándanos, aprovechando acuerdos comerciales con diversas regiones.

En el Caribe, el turismo sigue siendo un motor clave, pero hay un interés creciente en la exportación de servicios digitales y creativos. Países como Jamaica y Trinidad y Tobago están desarrollando industrias tecnológicas emergentes, ofreciendo servicios de outsourcing y desarrollo de software. Estas iniciativas buscan diversificar las economías locales y reducir la vulnerabilidad a las fluctuaciones en el turismo.

Centroamérica, especialmente países como Costa Rica, continúa expandiendo sus exportaciones en tecnología y dispositivos médicos. La estabilidad política y un entorno favorable para los negocios han atraído inversión extranjera directa, lo que ha permitido el crecimiento de este sector. Se prevé que las exportaciones de tecnología médica hacia Estados Unidos y Europa mantendrán un ritmo de crecimiento sostenido.

En general, las proyecciones de exportación no minera en América Latina y el Caribe para 2025 reflejan un esfuerzo concertado por diversificar las economías y reducir la dependencia de los recursos naturales. A medida que los países de la región fortalecen sus sectores agrícolas, manufactureros y de servicios, es probable que veamos un aumento en la resiliencia económica, mejorando su posición en el comercio global y creando nuevas oportunidades para el desarrollo sostenible.

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