En 2022, existieron varios factores que afectaron el desempeño exportador ecuatoriano que prevalecerán hasta 2023.
Desde el exterior del país, se vieron afectados por la fortaleza del dólar, las elevadas tasas de interés, que enfriaron el consumo de los principales mercados. Además, los altos costos energéticos y logísticos en Europa, continúan generando un escenario de una escalada global en precios.
Dentro de Ecuador, se están generando planes para abrir nuevos mercados a través de acuerdos comerciales y así, conseguir mejores condiciones de acceso arancelario, frente a los principales competidores de la región.
Sin embargo, los elevados precios en seguridad que evitan la contaminación de carga, la carga tributaria elevada, los mayores costos laborales por incremento del salario básico y altos costos financieros, provocaron problemas de competitividad en los productos de exportación.
Si bien es cierto, las negociaciones con países extranjeros están promoviendo oportunidades de desarrollo que aumentan las producciones, se han visto desplazadas por competidores directos que ya cuentan con acuerdos comerciales.
Por ello, la Asamblea Nacional tiene la misión de tratar e impulsar herramientas que permitan sumar a más actores productivos, como medianos y pequeños productores, que se motiven a ingresar en el comercio internacional.
Para el 2023, se están trabajando algunos aspectos en la competitividad, como son los costos logísticos y la seguridad de carga, que son los mayores problemas que está recibiendo la actividad exportadora. Estos aspectos requieren profundizar en las normas regulatorias y descargos en costos, que permitan a las empresas exportadoras competir de forma eficiente.