Rafael Farromeque de CAF y la descarbonización en América Latina

La sostenibilidad en el transporte marítimo se refiere a la adopción de prácticas que minimicen el impacto ambiental de esta actividad, que es fundamental para el comercio global. Dado que más del 80% de las mercancías mundiales se transportan por mar, mejorar la sostenibilidad en este sector es crucial para, por ejemplo, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la protección de los ecosistemas marinos.

El desafío de lograr un transporte marítimo más sostenible implica un esfuerzo coordinado entre reguladores, armadores, constructores navales y clientes, impulsando la innovación tecnológica y la implementación de políticas más estrictas que aseguren la protección del medio ambiente marino. En el marco del 9° Foro Mundial de Ciudades y Plataformas Logísticas, el especialista Senior del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Rafaél Farromeque, conversó en exclusiva con MasContainer y nos comentó aspectos tratados en la mesa redonda titulada «Geopolítica, seguridad y sostenibilidad del sector marítimo«.

¿Cuál es la realidad del transporte marítimo latinoamericano?

Siento que estamos todos en el mismo barco y todos somos responsables y tenemos que remar. La pregunta es si cada uno rema a un ritmo o hay un remo sincronizado. En ese sentido, la gran solución es manejar múltiples dimensiones, en múltiples escalas de manera simultánea y coordinada.

Por ejemplo, se habla mucho de corredores logísticos, de puertos y logística urbana. Se habla de distintos segmentos que a veces, al estar mal coordinados los eslabones intermedios o las subculturas intermedias, va acumulando ineficiencias, es decir,
el camionero tiene su visión, él piensa en su propia rentabilidad. Entretanto, el portuario tiene su visión sobre cómo optimizar, el almacenero tiene su propia visión y la autoridad tiene su propia visión. Esa coordinación se llama sincromodalidad.

¿En la práctica cómo funciona la «sincromodalidad»?

En concreto es sincronizas todos los eventos, todos los modos de transporte y todos los subsegmentos en una cadena de suministro o en un corredor logístico para que esto de resultados óptimos y te adaptes a las demandas del mercado. Ahí la gran clave es la gobernanza y la coordinación.

En mis intervenciones hablé de grandes atributos que deberían observarse para no caer en el precipicio y para poder remar sincronizadamente hacia un objetivo destino común. Es tener una logística inteligente, una logística verde, porque los tiempos lo demandan, no podemos seguir contaminando y presionando el medio ambiente.

Asimismo, se requiere una logística coordinada por lo que decía de objetivos comunes y hojas de ruta consensuadas respecto a lo que hay que hacer y una visión de conjunto. Finalmente, hay que ejecutar una seguridad logística.

¿La coordinación logística es bien ejecutada?

Dentro de todo, la coordinación es algo que falla mucho. Es como cuando vas en un rally y el piloto y el copiloto no se coordinan. Lo cierto es que ambos confían mutuamente, si uno dice que viene una curva con un radio de curvatura determinado a la derecha, el piloto gira.

Entonces, en la logística, cuando el mercado te dice a quién necesitas llegar con cierto nivel de calidad y tienes que llegar en determinada ventana de tiempo al destino, con determinado costo. Atendiendo unas especificaciones técnicas o certificaciones específicas, todos, no solamente el puerto, el transporte marítimo, el transporte por camión, el productor, el almacenero, todos se deben alinear con sus objetivos, de lo contrario terminan llegando sin esos requerimientos al mercado o nunca llegan. Un mercado, tiene que ser operable, accesible, medible y viable para todo.

¿Como se logra esa coordinación?

Necesitamos evolucionar. Un salto evolutivo que cambie el paradigma de esa coordinación de arriba abajo, donde la gran autoridad dice, cuándo está con ánimo de resolver los problemas. E ir de abajo arriba desde lo local que es quien hace una lectura directa del problema.

Por ejemplo, en Concepción hay un problema específico en el puerto, en la ciudad con la congestión de acceso al puerto. Es desde allí que hay que ir, no a criticar o confrontar contra las autoridades políticas, sino que hay que organizarse localmente para ir concertados desde lo local y no divididos a pedir y reclamar lo que la autoridad necesita hacer para que se incorpore en ese grupo de gobernanza.

Si empiezas a construir una comunidad portuaria o una comunidad logística local donde están la aduana local, el servicio de sanidad local, el transportista local, el productor local, el portuario local y vas con esa institucionalidad de respaldo de ser una comunidad logística local, tienes otra fuerza cuando vas a pedir una ley y un ajuste reglamentario, una simplificación burocrática.

Creo que la apuesta de la región es por crear sistemas de gobernanza muy arraigados en lo local. Dónde están los problemas reales y donde es más fácil llegar a acuerdos, porque en lo local se viven, se perciben los problemas de manera más directa y no hay que esperar que vengan de otro lugar a resolverlos.

¿Cómo está Chile en este aspecto?

Chile avanza muy bien en lo que es descentralizar el país, pero esto hay que intensificarlo y acelerarlo. La descentralización de competencias y de presupuestos tiene que ir a un ritmo muy rápido y ahí le toca a las autoridades regionales, municipales de los distintos territorios presionar para que eso ocurra, porque la costumbre del centralismo hace que el centralismo tarde en transferir las competencias.

¿Cuál es el rol de CAF al respecto?

Desde CAF hemos aprobado recientemente un préstamo de US$80.000.000 para Chile, para el fortalecimiento de los gobiernos regionales, que van a ser dedicados a cooperar con los gobiernos regionales para que organicen su institucionalidad, se fortalezcan y puedan estar en condiciones de generar su propio desarrollo y recibir el traslado de las competencias y los presupuestos y estar en condiciones de gestionarlos, es decir, poder reclamar su legítimo derecho a gobernar su propio territorio.

También hicimos una facilidad financiera de US$ 2000 millones de dólares para apoyar el desarrollo de pymes asociadas a producción de hidrógeno verde y mejoras en productividad.

Hemos aprobado también US$ 500 millones de dólares para la expansión de la red ferroviaria de Chile. La apuesta al modo ferroviario es muy importante en un contexto de sostenibilidad ambiental.

Se discutía que en este zona de Concepción hay una congestión tremenda generada en horas punta por los camiones y los vehículos particulares, pero yo ayer vine por esa ruta y por los rieles no circulaba ningún tren.

Hay que subir carga del camión al tren, hay que subir más gente al tren, entonces hay que poner en valor el modo ferroviario. Sin decir que no deberían haber camiones, pero creo que hay que hacer un mejor uso de modos de transporte de más alta capacidad y menos contaminantes. No todo es camión, no todo es vehículo particular, las propias personas tenemos que empezar a aprender a trasladarse en modos menos contaminantes.

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