Un escenario mixto es el que parece estar sufriendo la segunda economía más grande del mundo tras los últimos datos económicos entregados por la Oficina Nacional de Estadísticas de China (NBS), para el período de enero a febrero de 2023, donde pese a la recuperación tras las duras políticas de cero-COVID del año pasado, también muestran que queda una gran cantidad de trabajo para que el país regrese a los niveles de crecimiento previos a la pandemia, señalan desde Nowports.
Las exportaciones de China en el período enero-febrero cayeron nuevamente con respecto al mismo período del 2022, siendo un 6,8% más bajas que el año anterior. Las importaciones se redujeron en un 10,2% a un ritmo más rápido que el mes anterior, lo que refleja una desaceleración en la economía global y una demanda interna débil, según datos de la aduana China.
Los formuladores de políticas chinos han advertido constantemente que las exportaciones podrían tener problemas a medida que aumenta el riesgo de una recesión mundial.
Actividad manufacturera
Con la recuperación económica en marcha, la actividad manufacturera en China en febrero se expandió a su ritmo más rápido en más de una década, según mostraron los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas la semana pasada, con nuevos pedidos de exportación aumentando por primera vez desde abril de 2021.
Sin embargo, las lecturas de actividad fabril de otras economías asiáticas para febrero fueron más pesimistas, lo que reforzó las opiniones de que las condiciones en el extranjero eran más lentas.
El consumo interno y los servicios han liderado la recuperación de China en lo que va de año.
El ministro de Comercio, Wang Wentao, dijo el jueves que “el consumo se ha recuperado significativamente desde principios de año”. El punto se vio reforzado por el índice oficial de gerentes de compras no manufactureras, que indicó la tasa de crecimiento de la producción más rápida desde marzo de 2021 en febrero.
Caída de ganancias
Sin embargo, en la misma conferencia de prensa, Wang advirtió que la presión sobre las importaciones y exportaciones de China aumentará significativamente este año debido al riesgo de una recesión mundial y al debilitamiento de la demanda externa.
Las ganancias de los grupos industriales chinos cayeron un 22,9% entre enero y febrero, lo que acentúa las preocupaciones sobre la recuperación de la economía.
“Cuando comenzamos el año, existía la esperanza de que a medida que China reabriera después de Covid, veríamos un repunte realmente fuerte”, dijo Vincente Clerc, CEO de Maersk, en la conferencia anual del Foro de Desarrollo de China de la República Popular China. “Creo que aún no lo hemos visto”.
El estado de ánimo negativo de China se ha visto agravado por las tensiones geopolíticas con EE.UU., así como por la represión del gobierno contra el apalancamiento en el mercado inmobiliario. Según Clerc, el 70% de los ahorros chinos están en bienes raíces, que se han visto muy afectados por las acciones del gobierno.
“El escenario está complejo y aún muy incierto. Debemos ser precavidos frente a las distintas ocurrencias globales como la potencial crisis bancaria, una demanda más lenta y el fantasma de la recesión que sigue acechando. Hay que avanzar, pero ser cautos en nuestras decisiones comerciales y personales”, recomiendan desde Nowports.