Exitoso. Así fue calificada la prueba del primer taxi aéreo eléctrico de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) en el área metropolitana de Nueva York. El test estuvo a cargo de Blade Air Mobility y BETA Technologies ocurrió en el aeropuerto del condado de Westchester, en White Plains (Nueva York).
BETA Technologies, fabricante aeroespacial y de aviación eléctrica con sede en Vermont, se asoció con Blade Air Mobility, que ofrece alternativas rentables de transporte aéreo en algunas de las zonas más congestionadas del mundo (Estados Unidos, Unión Europea, Canadá e India) para hacerlo realidad.
El taxi aéreo de BETA, ALIA-250 EVA, lleva tres años en proyecto y está influido por el aspecto que tiene el charrán ártico. El charrán ártico es el ave que más lejos viaja, visitando todos los rincones del planeta, lo que inspiró a la empresa a diseñar un método de vuelo más eficaz.
El ALIA-250 EVA tiene dos versiones: una optimizada para pasajeros y otra para carga. El eVTOL funciona con una propulsión eléctrica distribuida de accionamiento directo con una autonomía de 250 NM y un tiempo de carga de 50 minutos.
Mercado de los «taxis voladores» crece en América Latina
La compañía brasileña Flapper anunció una alianza con la estadounidense Jaunt Air Mobility para la adquisición de 25 aeronaves de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) Jaunt Journey, con la que pretende ingresar al mercado de taxis aéreos en Latinoamérica. Es más, Bogotá, Ciudad de México, Santiago de Chile y Sao Paulo son las ciudades en las que Flapper apostará inicialmente para implementar la novedosa modalidad de «taxis voladores».
El modelo Jaunt Journey cuenta con tecnología probada de rotor lento que combina las capacidades de un helicóptero y de una aeronave de ala fija. «Después de un examen exhaustivo de las arquitecturas de movilidad aérea urbana actual, encontramos que el diseño de ala fija y rotor lento de Jaunt es una de las aeronaves más eficientes y seguras jamás proyectadas«, valoró Paul Malick, CEO de Flapper.
La demanda por los también llamados «autos voladores» muestra un creciente interés y está llevando a los fabricantes tradicionales a aumentar sus apuestas por un mercado que valdrá US$ 1,5 billones a 2040, según una estimación de Morgan Stanley. El fabricante estadounidense Boeing anunció recientemente una inversión de US$ 450 millones en Wisk, su joint venture dedicada a desarrollar taxis autónomos.
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