Transporte internacional reclama más incorporación femenina

Astic demanda a las Administraciones públicas una mayor implicación e inversión enfocadas a favorecer la incorporación de las mujeres a la profesión de transportista.

Según la organización de transporte internacional, en el sector existe un gran desequilibro de género, de tal modo que apenas alcanza un 3 % de los puestos de conductores en el transporte pesado de mercancías por carretera español están ocupados por mujeres. En este sentido, la entidad reclama que se desplieguen en el transporte iniciativas similares a las que se desarrollan en otros sectores para impulsar el empleo femenino, teniendo en cuenta, sobre todo, que el país necesita a día de hoy 15.000 nuevos transportistas, según los cálculos de Astic.

En palabras de Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic, «no sólo se trata de una cuestión de igualdad de género, sino también de una necesidad económica y social, para garantizar la sostenibilidad de un sector que constituye el eje vertebrador de la actividad económica de nuestro país al posibilitar que las cadenas de suministro no se detengan. Necesitamos que a la iniciativa privada se le sume la colaboración de los gobiernos».

La organización de transporte internacional defiende que las empresas que cuentan con una adecuada proporción de perfiles variados, con noveles y veteranos, hombres y mujeres, suelen tener mayores probabilidades de continuidad porque esta riqueza de tipologías de profesionales representa una indudable ventaja competitiva, en un contexto de dificultades crecientes para atraer y retener a los conductores.

Causas

Entre las causas que señala Astic para este desequilibrio, figuran factores como la falta de áreas de descanso seguras y dignas para camiones, la dificultad para conciliar vida laboral-familiar y el complejo y costoso acceso a la formación para ser transportista. Este último problema es más estructural y, según destacan, la formación de un transportista suele prolongarse durante un año y puede costar entre 4.000 y 6.000 euros.

Sin embargo, apuntan a motivos que si pueden hacer esta profesión atractiva para la mujer, como la posibilidad de obtener contratos fijos y formación especializada en empresas sólidas. Asimismo, por normativa europea de obligado cumplimiento, el trabajo está estrictamente regulado en cuanto a tiempos de conducción y descanso.

En definitiva, concluyen, todas las partes implicadas en el transporte por carretera deben arrimar el hombro para aprovechar el enorme potencial que tiene de crecimiento y de generación de empleo.

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