El gobierno de Panamá y las empresas de energía, incluida SGP BioEnergy, planean desarrollar una importante biorrefinería avanzada para aumentar el suministro de combustible de aviación bajo en carbono, dijeron las empresas. La medida se produce cuando la industria de las aerolíneas busca lograr un objetivo de cero emisiones netas de carbono para 2050 y mientras los gobiernos de todo el mundo presionan a las empresas para que aumenten la inversión en energía limpia.
La biorrefinería en Panamá producirá 180.000 barriles por día (2.600 millones de galones por año) de biocombustibles, incluido el combustible de aviación sostenible (SAF) y el diésel marino renovable, cuando esté completa a fines de 2026.
El proyecto se une a una serie de otros anuncios de empresas que se han comprometido en los últimos años a producir SAF. La industria de las aerolíneas se considera más difícil de descarbonizar que otros tipos de transporte, por lo que se necesitará un aumento masivo en la producción de SAF para que la aviación alcance el cero neto.
La producción tendrá que aumentar de un estimado de 8.000 millones de litros (211 millones de galones estadounidenses) en 2025 a casi 450.000 millones de litros (119 mil millones de galones estadounidenses) en 2050, según un análisis de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.
SAF produce menos emisiones que el combustible para aviones a base de petróleo tradicional al utilizar materias primas que incluyen aceite de soya, aceite de cocina usado y sebo, pero es más costoso de producir. El proyecto de Panamá ya obtuvo un contrato para adquirir materias primas, dijo Randy Letang, director ejecutivo de SGP BioEnergy, aunque no dio más detalles.
«La nueva biorrefinería reutilizará las terminales de fuel oil búnker existentes en los lados Atlántico y Pacífico del país en Colón y Balboa, respectivamente», dijo Letang. «Este sitio se centra en ayudar a la comunidad mundial principalmente desde el punto de vista de la aviación, pero también desde el marítimo«, dijo Letang en una entrevista con Reuters.
«Usar lo que ya existe y hacer ajustes a eso, esa es la única forma en que veo que vamos a alcanzar la escala y satisfacer la demanda global con esta transición de una manera que sea aceptable y no disruptiva».
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