Se cumple un año del inicio de la crisis del Mar Rojo y se cumplen 1.000 días desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, dos acontecimientos que han sido sísmicos para el transporte marítimo.
Tal como recuerda Splash en su publicación, el 19 de noviembre del año pasado, militantes hutíes irrumpieron en el Galaxy Leader, con bandera de Bahamas, tomando como rehenes al portaautomóviles y a sus 25 tripulantes, marcando el comienzo de lo que se ha convertido en una campaña prolongada contra la marina mercante internacional, con más de 120 buques atacados por aviones no tripulados y misiles y el Mar Rojo convirtiéndose en un área prohibida para una parte considerable de la flota mercante internacional.
Otro hecho que ha reconfigurado el comercio marítimo mundial es el día número 1.000 desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, una campaña militar que ha alterado los patrones de envío en el Mar Negro, además de cambiar la dirección de las exportaciones rusas y marcar un aumento significativo de la llamada flota oscura de petroleros.
«La guerra entre Rusia y Ucrania y la crisis del Mar Rojo son ejemplos de un mundo en el que la inestabilidad geopolítica va en aumento«, comentó Lars Jensen, director general de la consultora Vespucci Maritime, que ha estado proporcionando una actualización diaria muy leída sobre la crisis del transporte marítimo en el Mar Rojo a través de LinkedIn durante el último año.
El Foro de Directores Ejecutivos Marítimos celebrado el mes pasado en el Yacht Club de Mónaco se inauguró con una nueva sesión titulada «Los grandes problemas», en la que se indagó a dos propietarios, un gerente y un analista sobre cómo la década de 2020 se perfilaba como una de las décadas más disruptivas para el transporte marítimo que se recuerdan.
«No recuerdo ningún otro momento, al menos en la historia reciente, en el que tengamos dos conflictos importantes activos al mismo tiempo. También se han interrumpido dos de los principales canales, el Canal de Panamá y el Canal de Suez, y China podría estar pasando por su peor desaceleración económica y, al mismo tiempo, tenemos todas estas regulaciones en marcha», dijo Burak Cetinok, jefe de investigación de Arrow Shipbroking, en la reunión exclusiva de armadores.
Graham Porter, presidente de Tiger Group Investments y uno de los cofundadores de Seaspan, advirtió a los asistentes: «El mundo se está desmoronando. Creo que eso es lo que está causando todo este caos. Estamos en una tendencia muy diferente. Ya no es colaboración, es tirón independiente. Saca tus recursos y aprovéchalos tú mismo».
«Los locos años veinte tendrán muchos más cambios sísmicos por venir», predijo René Kofod-Olsen, director ejecutivo de la gestora de buques V.Group, bromeando: «No entras en el transporte marítimo para tener una vida tranquila».
Jan Rindbo, director general del gigante naviero danés Norden, observó que la flota mundial actual está construida para un comercio totalmente optimizado. «Es por eso que tenemos grandes mercados, porque hemos visto esta fragmentación con Rusia, el Mar Rojo o lo que sea», explicó. «Así que creo que la fragmentación significará que se necesitarán más barcos para transportar el mismo volumen de carga«.