La leve recuperación de los tráficos internacionles de mercancías en agosto ha permitido, junto con un menor avance la inflación y de los precios de los combustibles, que el sector de carga aérea haya tenido un mejor comportamiento a escala global durante el octavo mes de 2022.
En este sentido, la organización internacional estima que la demanda de este transporte ha descendido un 8,3% anual en agosto, más de un punto porcentual menos que en julio, con un retroceso de un 9,3% para las operaciones internacionales.
A su vez, la capacidad se coloca un 6,3% por encima de la de hace un año y, en esta misma línea, para operaciones internacionales también es un 6,1% superior a la de julio de 2021.
Iata estima que el segmento de carga aérea sigue mostrando una gran resiliencia en un entorno especialmente complejo e incierto que emite señales contradictorias, ya que, frente al incremento de los volúmenes registrado en agosto, también se anticipa una reducción en la demanda en todo el mundo, salvo en los Estados Unidos.
Por zonas geográficas
Por zonas geográficas, en Asia y el Pacífico ha caído la demanda de carga aérea internacional un 8,3% anual en agosto, con la capacidad internacional creciendo un 13,9% anual.
En Europa, la demanda, afectada de manera especial por la situación bélica en Ucrania por cuarto mes consecutivo, así como por la escasez de personal y la presión inflacionista, especialmente en Turquía, ha perdido un 15,1% en comparación con agosto del año pasado, mientras que, sin embargo, la capacidad se ha incrementado un 0,4%.
En cuanto a América del Norte, la demanda ha caído un 3,4% con relación a hace un año, mientras que, al tiempo, la capacidad internacional en esta zona ha ascendido un 5,7%. A su vez, en Iberoamérica, la demanda ha crecido un 9% en comparación con hace un año, mientras que la capacidad también aumenta un 24,3%.
Por último, en Oriente Medio, los volúmenes de carga internacional han perdido un 11,3% anual, con la capacidad recortándose un 0,1% con respecto a agosto de 2021. En África, la demanda ha crecido un 1% en el período, mientras que, por contra, la capacidad cae un 1,4% anual.
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