La reconversión del CO2 capturado de emisiones industriales o del mismo aire, está generando una serie de innovaciones en grupos startup de Estados Unidos y Canadá, quienes están buscando alternativas de usos para la producción de productos en base a este componente. Ahora bien, cabe hacer la pregunta si se puede dar un buen uso al carbono.
Esa es una de las interrogantes que Nicholas Flanders, cofundador y director ejecutivo de la startup Twelve, quiso responder tras una serie de estudios de factibilidad. Según dijo a The Guardian, a través de una caja de metal del tamaño aproximado de una lavadora y usando sólo agua y electricidad renovable, por medio de un nuevo tipo de electrolizador, transforma el CO2 en “gas de síntesis”, una mezcla de monóxido de carbono e hidrógeno que se puede convertir en una variedad de productos a partir de combustibles fósiles donde el oxígeno es el único subproducto.
Productos como vodka , diamantes y ropa deportiva. Incluso materiales industriales como hormigón, plástico, espuma y fibra de carbono, combustible para aviones o alimentos, se están fabricando a partir de CO2. Twelve ha estado usando su gas de síntesis para explorar la fabricación de partes de interiores de automóviles con Mercedes-Benz, ingredientes de detergente para ropa con Tide y lentes de sol con Pangaia, señala el portal.
El sector podría tener el potencial de reducir las emisiones mundiales de CO 2 en más de un 10%, advierte un análisis de la Iniciativa Global CO2 de la Universidad de Michigan. En ese sentido, la inversión de capital riesgo ha aumentado considerablemente sobre la nueva industria de tecnología de carbono.
Más empresas se suman a esta propuesta
Lo novedoso de estas innovaciones permiten que el CO2 residual se transforme químicamente para fabricar nuevos productos. Otro startup es Air Company, en Estados Unidos, que vende vodka y perfume hechos con CO2 y produce desinfectante para manos.
Por su parte, la empresa canadiense CarbonCure , fundada en 2012, es una de las pioneras en el lado de los materiales de construcción. Respaldada por inversores como Breakthrough Energy Ventures, la firma de Bill Gates, su tecnología consiste en inyectar CO2 en el hormigón mientras se realiza una mezcla.
Uno de los desafíos que se avecinan es que las nuevas empresas necesitan asociarse a compañías más grandes para comprar sus materias primas elaboradas, pero puede ser difícil para ellas entrar en las cadenas de suministro establecidas.
Un gran enfoque del programa acelerador de startups que se ejecuta desde Urban Futures Lab, llamado Iniciativa C2V, es hacer conexiones entre industrias.
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