Estados Unidos solicitó consultas sobre solución de disputas con México en el marco del acuerdo comercial de Norteamérica por políticas energéticas de la nación latinoamericana que considera discriminatorias y que «perjudican» a sus empresas.
Según Reuters, la solicitud, anunciada por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), supone la disputa más grave entre Washington y Ciudad de México desde que entró en vigor el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). Si no se resuelve, podría desembocar en aranceles punitivos por parte de Estados Unidos.
Más tarde, Canadá, el otro socio del TMEC, adelantó que solicitaría su propia consulta sobre solución de disputas por las políticas energéticas mexicanas argumentando que son «inconsistentes» con el pacto regional. El gobierno de México, sin embargo, pareció querer reducir el impasse al asegurar que constituye la etapa «no contenciosa» del mecanismo de solución de controversias y que espera «alcanzar una solución mutuamente satisfactoria».
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, un nacionalista energético, se ha comprometido a reactivar Pemex y CFE, las cuales, según ha dicho, fueron «destruidas» por sus predecesores deliberadamente para ceder el mercado energético nacional a extranjeros.
Estados Unidos argumenta ahora que sus esfuerzos por fortalecer a las empresas estatales parecen contravenir los compromisos de México en el TMEC. «Hemos expresado repetidamente serias preocupaciones sobre una serie de cambios en las políticas energéticas de México y su consistencia con los compromisos de México bajo el TMEC», afirmó la representante comercial estadounidense, Katherine Tai.
La medida de Estados Unidos es un golpe para México y llega justo una semana después de que López Obrador se reuniera con su homólogo del vecino país, Joe Biden, en Washington, y anunciara que empresas estadounidenses planeaban invertir miles de millones de dólares en el sector energético mexicano.
«Vamos a recibir la propuesta, se va a analizar y les vamos a contestar puntualmente», adelantó el mandatario mexicano. «No hay ninguna violación al tratado (TMEC). No hay ningún problema de nada, todo lo que estamos haciendo en materia energética es de conformidad con la constitución, con nuestras leyes».
Tai argumentó que los cambios de política emprendidos por México están afectando a los intereses económicos de Estados Unidos en múltiples sectores y «desincentivan la inversión» de los proveedores de energía renovable y de las compañías que buscan comprar energía limpia y fiable.
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