La interrupción del tráfico marítimo de contenedores en el mar Rojo se está agravando y se espera que reduzca la capacidad del sector entre Extremo Oriente y Europa entre un 15% y un 20% en el segundo trimestre de este año, según aseguró el grupo naviero Maersk.
Según publica La Vanguardia, la compañía, considerada como un barómetro del comercio mundial, dijo la semana pasada que se esperaba que las interrupciones del transporte marítimo causadas por los ataques del movimiento hutí a buques en el mar Rojo duraran al menos hasta finales de año. “La zona de riesgo se ha ampliado y los ataques se extienden cada vez más mar adentro”, afirmó Maersk en un aviso a sus clientes. “Esto ha obligado a nuestros buques a alargar aún más su viaje, lo que se traduce por el momento en tiempo y costes adicionales para llevar su carga a su destino”, añadía.
Entre las repercusiones de la situación se incluyen los cuellos de botella y el llamado “agrupamiento de buques”, en el que varios barcos llegan al puerto al mismo tiempo, así como la escasez de equipos y capacidad.
“Estamos haciendo todo lo que podemos para aumentar la fiabilidad, lo que incluye navegar más rápido y aumentar la capacidad”, dijo Maersk, que añadió que hasta ahora había alquilado más de 125.000 contenedores adicionales.
Estrategias para contener ataques
Los intentos de contención de la marina mercante continuaron con un buque militar griego que sirve en la misión naval de la Unión Europea en el Mar Rojo interceptando dos drones. Desde noviembre del año pasado, los hutíes, respaldados por la inteligencia y el hardware iraníes, han atacado más de 80 buques mercantes, lo que ha llevado a un desvío masivo del tráfico marítimo de Asia a Europa.
El tráfico marítimo a través del Canal de Suez se ha desplomado un 66%, según los nuevos datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) del Reino Unido, que cubren el período comprendido entre mediados de diciembre y principios de abril.
El aumento de toneladas-millas al desviarse alrededor del Cabo de Buena Esperanza ha dado como resultado que la flota mundial ahora enrasque 0,25 nudos más rápido, según Jefferies, un banco de inversión.