Vehículos de guiado automático permiten agilizar almacén

Los vehículos de guiado automático son una solución habitual para automatizar el movimiento de mercancía entre diferentes zonas del almacén. Se desplazan sin conductor y se sirven de distintos sistemas para conocer los recorridos que deben seguir. En el sector logístico, estos vehículos se utilizan para sustituir a los equipos de manutención manuales, agilizando el flujo de mercancías con movimientos constantes y repetitivos.

Tal como especifica en su publicación MECALUX, los vehículos de guiado automático (AGV) son robots automatizados que transportan la mercancía entre dos puntos del almacén (o entre dos instalaciones conectadas) sin necesidad de un conductor. Estos vehículos agilizan los flujos de mercancía pesada gracias a un circuito previamente diseñado. Se trata de soluciones de transporte que están cada vez más presentes en el entorno industrial para garantizar unos almacenes automáticos ágiles y seguros, reduciendo tiempos en el movimiento de cargas. Así lo demuestra un estudio de la consultora Grand View Research, que apunta que el volumen de negocio de los vehículos de guiado automático alcanzó los 339.000 millones de dólares en el último tiempo.

El informe también señala que este mercado crecerá a un ritmo del 13,8% hasta 2028. ¿Por qué? Estos equipos son una solución para, entre otras cosas, sustituir a las carretillas tradicionales en la carga y descarga de camiones, conectar la zona de almacenaje con las líneas de producción o, incluso, mover productos hasta las diferentes áreas de picking.

Los vehículos de guiado automático pueden clasificarse según el sistema de guiado que facilita el movimiento del equipo:

Filoguiado: El equipo se mueve mediante un hilo conductor instalado debajo del suelo del almacén. Este método solo es eficiente cuando los flujos de mercancías son constantes y repetitivos, porque cualquier cambio requiere mover el cable de guiado mediante obra.

Visión artificial: El vehículo emplea la inteligencia artificial para decidir la ruta más idónea, a través de cámaras de visión artificial de 360º que le permiten identificar en todo momento los elementos de su entorno.

Optoguiado: Los vehículos se desplazan haciendo uso de una tira de espejo catadióptrico que marca el recorrido que el equipo ha de seguir. El AGV detecta la guía mediante fotocélulas, lo que le permite identificar el camino y seguir la ruta preestablecida. A diferencia del filoguiado, no requiere de obra previa.

Guiado láser: El equipo cuenta con un dispositivo láser que, mediante barridos, determina su posición exacta dentro del almacén, según el mapa que guarda en la memoria. Este sistema de guiado evita que se hayan de instalar cables o espejos.

Mapeado 2D-3D: Los vehículos de guiado automático por mapeado no requieren de la instalación de ningún elemento externo al equipo de manutención. El vehículo incorpora un conjunto de sensores (cámaras, ultrasonidos u otras tecnologías) para crear un mapa virtual de la instalación y desplazarse así con seguridad.

Cabe destacar, que la implementación de vehículos de guiado automático es habitual en contextos industriales, sobre todo cuando en el centro de producción se emplean métodos de trabajo como el lean manufacturing o el just-in-time. ¿Por qué? Esta solución de transporte recorre la distancia que separa el almacén del centro de producción, abasteciendo de materias primas las líneas de producción.

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