Durante las siete primeras semanas de 2024, los volúmenes de carga hacia y desde los puertos del Golfo de Adén y el Mar Rojo disminuyeron un 21% interanual. El número de buques que llegaron a estos puertos disminuyó significativamente, ya que se evitó transitar por la región por los ataques a buques por parte de los hutíes.
Desde noviembre de 2023, las fuerzas hutíes han atacado buques en esta zona, que a partir de diciembre, la mayoría de los portacontenedores y metaneros empezaron a evitar. Ya en enero, se observó una reducción significativa de los tránsitos en la mayoría de los sectores, y en febrero, el número de buques que transitan por el Golfo de Adén y el Canal de Suez es un 50% y un 37% inferior al de 2023.
De hecho, el tránsito de portacontenedores por esta zona ha disminuido un 70%, algo a tener muy en cuenta, pues antes de los ataques, los envíos a través del Canal de Suez representaban aproximadamente el 10% del comercio mundial.
Volúmenes Mar Rojo
Los ataques están afectando directamente a la capacidad de los países de la región para importar y exportar mercancías, pues aunque existen rutas de exportación alternativas, suelen tener un coste más elevado, mayor duración y limitaciones de capacidad.
Arabia Saudí, Jordania y Egipto pueden evitar el Mar Rojo, ya que Arabia Saudí y Jordania pueden transportar carga a través de, por ejemplo, Dammam, en el Golfo Pérsico, mientras que Egipto puede recurrir a sus puertos mediterráneos, como Alejandría y Damietta. No obstante, el cambio de ruta será difícil para todos los envíos excepto los de contenedores.
Otros países no parecen tener alternativas viables al transporte marítimo por el Mar Rojo y cualquier intento de transportar carga por tierra sería probablemente muy difícil. En consecuencia, los envíos en Sudán, Somalia, Eritrea y Yemen han caído ya un 25% interanual en 2024, siendo Djibouti una excepción digna de mención, pues los envíos se han mantenido estables.
El empeoramiento de la situación podría afectar a las economías de la región, donde además Yemen, Sudán y Somalia ya sufren conflictos armados. Así, la inestabilidad en el Mar Rojo ha dificultado la recepción de ayuda internacional.
Por ello, se han puesto en marcha una coalición encabezada por Estados Unidos y una operación marítima de la Unión Europea para proteger a los barcos en el Mar Rojo, si bien los ataques aún no han cesado y las perspectivas siguen siendo inciertas. Hasta que se solucione esta crisis, las economías regionales seguirán soportando los costes.