Últimamente, debido de manera principal a los efectos de las congestiones portuarias, la escasez de conductores de vehículos pesados, la ausencia de mano de obra por los contagios de Covid-19 y las recientes sanciones a Rusia por su invasión a Ucrania que impide el normal desenvolvimiento del transporte marítimo, aéreo y por carretera, es que el ferrocarril volvió a ser una alternativa para intentar retomar la normalidad en las cadenas de suministros.
Incluso si se piensa en el aspecto medioambiental, el ferrocarril también es una opción más que válida para reducir los niveles de gases con efecto invernadero. De más está decir que el transporte marítimo y por carreteras son actualmente los más contaminantes del sector.
Yolanda Atienzar, directora general de Soluciones Logisticas Integrales SA (SLISA), durante el webinar de transporte ferroviario organizado por El Mercantil, detallo aspectos relacionados con el sector del transporte férreo y sus implicancias en la logística global.
¿De qué forma el sector ferroviario puede obtener un mejor porcentaje del mercado en el transporte logístico?
Los operadores ferroviarios tienen que competir con un precio de mercado que sea similar al que tienen los cargadores ahora. Ningún cargador va a pagar más por subirse al tren, por muy ecológico y por mucha reducción de huella de carbono que tenga. Para poder obtener estas frecuencias, es necesario que se potencie ese uso y esa reducción de la huella de carbono por el bien de todos. Al final, hemos visto que durante esta situación crítica de cadena de suministro en la que todos pensábamos que se podía romper, hemos estado ahí, trabajando en primera línea, para poder garantizar el abastecimiento cuando había una escasez de transportistas y de medios.
Se ha visto la eficacia del tren, pero es verdad que los precios en muchas ocasiones son altos, muchas empresas ferroviarias están en una situación crítica. Es cierto que tenemos que mejorar la parte operativa, pero eso no incluye una inversión, sino una planificación y una gestión. Sin embargo, poder competir al mismo precio que está pagando el cargador, necesita un apoyo y un impulso inicial para que puedan tener la misma opción de precio con el ferrocarril.
¿Cómo ser más eficientes y competitivos dentro de un mercado tan cambiante?
En la parte operativa necesita tener la puntualidad y eficacia. Es verdad que en mercancías en un transporte intermodal intervenimos muchos agentes y tenemos que estar muy coordinados para dar esa garantía. De todos modos, creo que es uno de los temas de concienciación de todos los implicados. Dar la certeza de que el tren sale a una hora y llega a una hora, y la mercancía está disponible en el destino a la hora indicada, al igual que pasa con el transporte de viajeros.
Por lo que respecta a las terminales ferroviarias, muchas necesitan mayores servicios como conexiones frigoríficas y mayor espacio. También se debe modernizar equipos, porque en muchas ocasiones son antiguos y el coste es elevado. Sólo así se puede mejorar su eficacia.
¿Cómo competir en precios con el transporte por carretera?
Por lo que respecta al precio, tenemos que ser igual de competitivos que la carretera. Si ahí vemos que intervenimos muchos agentes, es difícil que todos puedan mantener su equilibrio en este sentido. Se necesitan apuesta contundente a nivel gubernamental y también de las administraciones centrales para potenciar el transporte intermodal. Sin eso, será difícil, porque al final, tienes que tener un precio competitivo, pero tenemos unos costes fijos que no podemos hacer variables por todos los agentes que intervenimos. Esto dificulta mucho bajar el precio y poder obtener esa competitividad.
¿Cuáles son los desafíos inmediatos del transporte ferroviario de mercancías?
Por un lado necesitamos una inversión tecnológica muy alta en este sector, porque todavía estamos en unos niveles muy bajos respecto a otros, en aspectos como, por ejemplo, la localización de contenedores. También es necesaria una mayor formación de todos los agentes de la cadena ferroviaria. Es un sector que tiene mucho potencial, pero cuando vas a buscar personal son necesarias unas habilitaciones, unos cursos, por lo que es difícil encontrar profesionales en el mercado, así que tienes que contratar y formarlos desde cero.
Finalmente, hace falta una concienciación por parte de los cargadores de disminución de la huella de carbono, reducir las emisiones al máximo y, sobre todo, colaborar directamente con la carretera y no entrar en una competencia que realmente no existe. Todo lo que se mueve por camión no se puede pasar al ferrocarril ni en el mejor de los casos. Incrementar la cuota del ferrocarril se podría con la colaboración con la carretera.
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