El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, afirmó que no cederá ante la delincuencia y el crimen organizado que golpean al país sudamericano, con un recrudecimiento de la violencia criminal en los últimos días atribuida a bandas ligadas al narcotráfico.
«Nunca vamos a parar de luchar por el bienestar de los ecuatorianos, nunca nos vamos a rendir, nunca vamos a ceder frente a la delincuencia ni ante el crimen organizado, podrán seguir amenazándome (…) yo no voy a parar», dijo Noboa tras recorrer la cárcel de Turi, en la ciudad de Cuenca, en el sur del país. En esa prisión, una de las más convulsas de Ecuador, el mandatario, usando chaleco y casco militar, y acompañado de militares y policías, verificó los niveles de seguridad y supervisó el cierre de un túnel que había sido construido por reclusos para una eventual fuga.
«Lo que estamos haciendo hoy es una muestra de la lucha real contra el narcoterrorismo y contra estos grupos criminales que creen que a base del miedo y a base de amenazas nos van a amedrentar o vamos nosotros a parar de hacer nuestro trabajo», apuntó Noboa. Añadió que las amenazas del crimen organizado «van a ser devueltas con acciones contundentes».
Destacó la importancia de la consulta popular y referendo constitucional propuesto por su Gobierno sobre temas de seguridad, justicia y empleo, que se realizará el próximo 21 de abril en el país. Dicho plebiscito incluye temas de extradición de ecuatorianos por crímenes transnacionales y el incremento de penas en delitos como terrorismo y delincuencia organizada.
Noboa sostuvo que los «grupos narcoterroristas» han rechazado públicamente estos temas y que haya presencia militar en las cárceles, dentro de un estado de excepción vigente desde enero pasado, pero su Gobierno está empeñado en devolverle la paz a los ciudadanos.
Ecuador, que desde enero pasado se encuentra en «conflicto armado interno» contra el crimen organizado, se vio sacudido en los últimos días por varios ataques armados que han dejado muertos y heridos en algunas zonas costeras.